El Ayuntamiento de Ciudad Real trabajará 2023 para que la capital “siga avanzando y creciendo”, y sea una ciudad “de oportunidades” para los emprendedores. Así lo destaca la alcaldesa capitalina, Eva María Masías, en su discurso de Navidad, un saludo a los ciudarrealeños lleno de esperanza hacia “un futuro mejor, de respeto y libertad”.
Por segundo año consecutivo, la regidora ciudarrealeña ha querido felicitar las fiestas a sus conciudadanos en una grabación de cerca de dos minutos, en la que aparece sentada con una chaqueta azul de terciopelo, al lado de un Nacimiento y una flor de Pascua, y junto a las banderas de España, Castilla-La Mancha y Ciudad Real.
En sus primeras palabras, Masías asegura ser «un privilegio» la oportunidad del mensaje, a la vez que se hace eco del carácter entrañable de las fechas navideñas, que “viviremos y celebraremos junto a los que más queremos”, y con el recuerdo a los que no están “que se harán luz para nosotros”.
También reflexiona brevemente sobre las navidades, unas fiestas que son “un conjunto de emociones y sentimientos que emanan de la tradición, la costumbre y de nuestra cultura”.
Posteriormente, centra el mensaje el horizonte, al que hay que mirar “con confianza, ilusión y la esperanza de saber que entre todos podemos conseguir un futuro mejor, de respeto y libertad de una sociedad moderna, tolerante e inclusiva como es nuestro Ciudad Real”.
Para ello, invita a todos a “trabajar en aquello que nos une”, y que, según agrega, “no es más que el bienestar de los nuestros”, para que Ciudad Real sea una ciudad “para los niños, los jóvenes, los mayores, las familias y también una ciudad de oportunidades para los que quieren emprender”.
“Desde el Ayuntamiento seguiremos trabajando para seguir avanzando y creciendo en nuestra Ciudad Real”, agrega antes de desear como regidora “un feliz y próspero año 2023, cargado de paz, trabajo, salud y prosperidad para una ciudad que se lo merece todo”.
Son palabras de esperanza, tras recordar este 2022 como “un año difícil, duro y de circunstancias adversas que han golpeado a nuestra economía y a las personas más vulnerables”. También “nos ha encogido el corazón la guerra (la invasión de Ucrania por Rusia)”, por “el sufrimiento y el dolor que ha provocado”.