Este martes finalizaba el plazo para que las empresas interesadas en instalarse en el futuro Polígono Oretania, perteneciente a SEPES, se inscribieran en el proceso de precomercialización de las parcelas. Un proceso nada satisfactorio, pues tan solo una única empresa, vinculada al campo de la energía, ha presentado su solicitud para instalarse en este nuevo espacio, el cual llevaba varado desde hace casi 20 años y sobre el que se cierne, de nuevo, la incertidumbre debido al escaso interés presentado por parte de las empresas.
Un escaso interés que ha podido deberse al alto precio del metro cuadrado -87 euros el metro cuadrado-. Un coste demasiado alto y del que ya advirtieron organizaciones empresariales como FECIR, para los que se les hacía “caro” teniendo en cuenta otros parques industriales cercanos como el de Carrión de Calatrava, Daimiel, Manzanares o Valdepeñas. Al precio se le suma otro problema: la incertidumbre económica provocada por la pandemia.
Ante esta situación, la alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, en declaraciones a Lanza, ha asegurado que desde el Ayuntamiento y desde el equipo de Gobierno “vamos a seguir peleando, sea donde sea, para hacer de este polígono una realidad” y convertirlo en “un polo de atracción económica” para la capital. Así mismo, Masías ha reconocido que la situación económica tras la pandemia no acompaña a que las empresas realicen inversiones, por lo que espera que, “cuando todo esto remonte y la economía se reactive”, el polígono vuelva a coger el interés empresarial “que todos deseamos”.
La alcaldesa también ha remarcado la labor que se realiza desde el IMPEFE, que “no cejan en su intención de hacer este polígono interesante para las empresas”. Precisamente, el concejal de Promoción Económica, Pedro Maroto, durante unas declaraciones a los medios este martes, señaló que buscarán nuevas fórmulas para captar el interés de empresas que deseen instalarse en la capital.
Maroto ha remarcado que la intención del equipo de Gobierno sigue siendo la de promover este polígono industrial, por lo que ahora habrá que esperar a la decisión que tome SEPES tras este revés y cuál será el planteamiento que realizará el Ayuntamiento para intentar retomar este proyecto, ya que debe de haber un interés real por parte de las empresas para que SEPES comience a urbanizar el polígono y, por lo tanto, su puesta en marcha.
Por último, el responsable de Promoción Económica ha reconocido que el precio del metro cuadrado puede ser un condicionante para que las empresas no hayan decidido instalarse en el polígono, al tiempo que ha asegurado que “nadie” les ha trasladado que el precio sea caro y que sin una oferta real de empresas para instalarse en él, no puede haber negociaciones para bajar el precio del suelo.
100.000 metros cuadrados de suelo industrial en el aire
Estaba previsto que SEPES urbanizara en una primera fase un total de 119.411 metros cuadrados, de los que 98.040 serían exclusivamente de suelo industrial. Un terreno, que corresponde a un 10% del proyecto total, que ahora queda en el aire tras el escaso interés presentado por las empresas, cuya consecuencia más directa, en caso de que se decida lo contrario, es que SEPES no lleve a cabo la urbanización de dicha primera fase ni del resto del polígono, ya que su construcción está supeditada a la adquisición de las parcelas por parte de las empresas.