El colectivo Maternando que fomenta la crianza respetuosa en Ciudad Real ha iniciado este martes una nueva campaña de recogida de ayuda humanitaria para los refugiados que malviven en campamentos próximos a diferentes fronteras europeas.
El llamamiento en esta ocasión es aportar comida enlatada lista para comer y sin cerdo, productos de aseo personal (tamaño viaje), tiendas de campaña y ropa interior nueva para mujeres, hombres y niños. “Todo productos de primera necesidad que mandamos a Arena, la ONG con la que colaboramos en Madrid, que lo distribuye después en diferentes cargamentos que envían a los campamentos de refugiados”, explica Teresa Donaire, miembro del colectivo que este martes y mañana miércoles de nueve y media a once y media de la mañana; y de cinco a siete por la tarde, está recogiendo la ayuda en la sede de la asociación Oro Blanco (en el edificio de Protección Civil en Ciudad Real).
En La Purga el 1 y el 2 , y en Miguelturra hoy y el día 2
El centro social autogestionado La Purga, en la Ronda de la Mata número 6 de la capital, también recogerá toda la ayuda que la gente quiera llevar el jueves 1 de marzo (de 19 a 21.00 horas) y el sábado 2 (de 20 a 23.00 horas), en una primera colaboración con Maternando.
Sonrisas y Montañas, la ONG de Miguelturra, también participa en esta recogida y abre su sede en la calle Real este miércoles y el viernes 2 de marzo, de cinco ocho de la tarde.
Se trata de la primera recogida de ayuda humanitaria para refugiados de este año que organiza el colectivo Maternando (un grupo de madres que se relacionan por Whatsapp) que empezó a ayudar a los refugiados hace dos años, cuando saltó a la opinión pública europea la situación en las fronteras de Grecia, Italia y Francia por los desplazados de la guerra de Siria.
A Melilla, en vez de a Ventimiglia
La ayuda que se recaude ahora, que en principio se iba a enviar a los refugiados de los campamentos de Ventimiglia en Italia (sólo se admiten a mujeres y niños de hasta 12 años y hombres y jóvenes se tienen que refugiar debajo de puentes o permanecer a la intemperie), se destinará finalmente a la frontera de Melilla por cambios logísticos de última hora.
La propia Teresa Donaire, que trabajó de voluntaria en un campamento en Grecia, irá en Semana Santa a esa zona con una ONG que dispone de un almacén en Ceuta y distribuye la ayuda en los bosques fronterizos entre Marruecos y España en los que malviven hombres “y cada vez más mujeres nos están diciendo”, asegura, que esperan una oportunidad para cruzar a Europa.
En el viaje que hará Donaire acompañada de un fotógrafo pretenden documentar “la situación catastrófica” que se está viviendo en esa frontera, en la que a las malas condiciones de las personas que intentan cruzar la valla se suma la violencia.