La Plaza Mayor fue escenario este jueves de la presentación de los tres nuevos autobuses de gas natural comprimido con los que contará el transporte público urbano y que supondrán menos contaminación atmosférica y acústica, además de suponer una rebaja en el coste por kilómetro recorrido.
“Quince toneladas menos de emisiones de CO2 por vehículo y año” se logran con esta renovación de la flota, realizada por la empresa Iberconsa que gestiona los autobuses urbanos de Ciudad Real, indicó el concejal de Régimen Interior y Seguridad Ciudadana, David Serrano, que resaltó que a esta adquisición le seguirán otros ocho nuevos autobuses en dos años a través del sistema Edusi (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible) cofinanciado por los fondos Feder.
Los tres nuevos autobuses, con una inversión de 801.000 euros, son “totalmente accesibles, con el piso completamente liso, disponen de cargadores USB, más espacio para plazas de movilidad reducida y mejores rampas”, destacó Serrano, que subrayó que esta renovación de la flota forma parte de la labor del equipo de Gobierno en favor de la mejora del transporte público.
La alcaldesa, Pilar Zamora, destacó que se trata de una mejora en la línea del trabajo por “una ciudad medioambientalmente sostenible, que proteja el medio ambiente y que apuesta por un transporte público de calidad, accesible y que nos ayude a tener un mejor aire para respirar”.
“Edusi traerá otros ocho nuevos autobuses”, con lo que se llevará a cabo en los próximos años una renovación de once de los diecinueve vehículos de la flota del transporte público urbano, expuso Zamora, que subió junto a Serrano a los nuevos vehículos y comprobó varias demostraciones como que, debido a las menores vibraciones, una moneda se mantiene de canto en el chasis del motor o un pañuelo, al reducirse en gran medida la emisión de partículas sólidas, se mantiene blanco situándolo en el tubo de escape.
Los tres nuevos autobuses están dotados, en materia de accesibilidad y seguridad, de rampa telescópica de acceso en puerta central controlada desde el puesto de conducción, arrodillamiento lateral con control manual-automático, apoyo isquiático y cinturón para amarre de una silla de ruedas y espacio reservado para cuatro personas con movilidad reducida, así como sistema Dafo de extinción de incendios.
Estos autobuses, en los que destaca su gran capota superior bajo la que va el gas natural comprimido, cuenta con tecnología que posibilita que recircule una parte de los gases que salen por el escape hacia la admisión, con lo que se reintroduce el humo de la combustión del motor en los cilindros para así reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno.
El uso del gas natural comprimido elimina prácticamente las emisiones de partículas contaminantes, reduce las emisiones de CO2 un diez por ciento y de óxido de nitrógeno un 35 por ciento.
En cuanto al repostaje, Naturgy colaborará con una gasinera móvil que alimentará estos vehículos hasta que se abra en el polígono del Larache la primera gasinera pública de la ciudad, comentó Serrano.