El tiempo que transcurre entre la derrota cristiana en la batalla de Alarcos (este domingo se cumplen 825 años) y la victoria posterior en las Navas de Tolosa (Jaén), en esta tierra de frontera que hoy es Ciudad Real brilló por encima de todas una ciudad islámica: Qalat Rabah, rebautizada luego como Calatrava. Esplendorosa en época omeya, unos siglos antes, como principal enclave musulmán en el camino de Córdoba a Toledo, su historia está ligada a la guerra y la frontera; escenario de batallas, sí, pero también de mezcolanza cultural.
En ese contexto, finales del siglo XII y primera mitad del XIII, fueron fabricadas delicadas piezas de bronce o cobre, sobrepintadas en oro, con técnica andalusí de una calidad excepcional, que forman parte de los últimos hallazgos en el yacimiento de Calatrava la Vieja (Carrión de Calatrava), famoso hasta ahora por la cerámica y el armamento.
Estreno al público en el Museo Arqueológico Nacional
Son los denominados ‘metales dorados de Calatrava la Vieja’, que se han estrenado para el público del siglo XXI formando parte, junto a otras piezas de Alarcos, de la exposición ‘Las artes del metal en el Al-Andalus’ en el Museo Arqueológico Nacional. Cerrada al público durante el confinamiento, ha reabierto este verano y prorrogado la exhibición unos meses más (hasta septiembre) con las piezas metálicas más valiosas y relevantes del arte islámico de la península Ibérica.
En septiembre, en Ciudad Real
En septiembre, cuando se clausure la exposición en el Arqueológico, regresarán a Ciudad Real y se mostrarán aquí por primera vez hasta su nuevo viaje al Museo Arqueológico de Alicante, previsto para el año que viene, si la crisis sanitaria no vuelve a torcer los planes iniciales.
Ignacio de la Torre, director del Museo de Ciudad Real Convento de la Merced, explica mientras muestra piezas similares a las que han viajado a Madrid de Calatrava la Vieja, que estamos ante un ingreso relativamente reciente, “fueron descubiertas en contexto arqueológico islámico [los símbolos son cristianos] hace dos años. Custodiadas en diferentes universidades, el museo no ha podido disponer de ellas hasta que los arqueólogos de Calatrava las han estudiado en profundidad y explicado en una publicación”.
A estos metales dorados de Calatrava la Vieja el Museo Arqueológico les dedicó antes del confinamiento hasta una conferencia completa del profesor Barrio Martín (Universidad Autónoma de Madrid), dentro de las actividades paralelas a exposición sobre la metalurgia.
Heráldicas y símbolos cristianos
En ellas, hebillas de cinturón, chapas, fontanelas de caballo y otros elementos ornamentales de guerreros medievales, se pueden observar heráldicas cristianas de las órdenes del Temple y Calatrava, esta última la primera orden militar fundada en la península Ibérica, precisamente para defender de los árabes esta ciudad fronteriza a orillas del Guadiana, en el actual Carrión de Calatrava.
Un buen plan para las mañanas de verano
El Museo de Ciudad Real permanece abierto al público en este raro verano posconfinamiento en horario de mañana de nueve a dos, de martes a domingo, aunque para ver estas piezas haya que esperar un poco.
Hasta el 31 de diciembre la visita es gratuita, segura, y muy interesante. “Tenemos piezas excepcionales y algunas recientes, como la tinaja almohade de Alarcos que se restauró para la exposición ‘A tempora’”, comenta la técnica del museo Esther Arias.
Este verano no habrá talleres infantiles para evitar riegos por contagio y se mantienen estrictas medidas de seguridad en las visitas, “hemos señalizado recorridos unidireccionales y tomados alguna medida más para que el público toque vitrinas etc, pero la actividad es similar”, añade de la Torre.
Existe la posibilidad de hacer una visita guiada en grupo reducido, concertándola con antelación y con un máximo de cinco personas. “Somos una propuesta a tener en cuenta para pasar una mañana disfrutando y aprendiendo”, remarca el director.