El primero de estos encuentros se llevó a cabo precisamente en Ciudad Real, con talleres en el Seminario y misa en la Catedral, y ahora, después de más de quince años, regresa a la capital con actividades en diversos espacios como el antiguo Casino, San José Obrero, el pabellón del parque de Gasset y el Ferroviario, así como el Quijote Arena, donde se congregarán para comer, celebrar una sobremesa festiva y, a las 16 horas, asistir a una misa.
Con el lema ‘Comparto lo que tengo’, siendo la generosidad eje de la labor misionera, se llevará a cabo esta jornada en la que los chavales pasarán por actividades como un testimonio, una oración, una gymkhana con cuatro juegos, una coreografía con un vídeo que ha grabado un misionero que ayuda a los niños de la calle que trabajan como limpiabotas en República Dominicana y un juego sobre el decálogo del niño misionero, indicó Damián Díaz Ortiz, delegado diocesano de Misiones.
Llegados en una treintena de autobuses los participantes de otras localidades y acompañados los niños de catequistas, familiares y sacerdotes, se congregaron en la Plaza Mayor donde fueron recibidos por el alcalde, Francisco Cañizares, y varios concejales como los de Obras y Mantenimiento, Miguel Hervás, y Juventud, Infancia y Deportes, Pau Beltrán. Así mismo, asistieron diputados regionales de Vox como Luis Blázquez y David Moreno.
Los catequistas, familiares y sacerdotes de la Diócesis “buscamos transmitir a los niños que en Jesús tenemos el mejor ejemplo, que los cristianos tenemos que movernos por la vida con alegría e ilusión y predicando con el ejemplo de vida que nos dio Jesús”, apuntó Lydia Reyero, catequista de la Unidad Pastoral de Santo Tomás de Villanueva de Ciudad Real.
Se trata de “una jornada de fiesta, de alegría y de conocer a mucha gente, pero también de aprender que, siguiendo ese ejemplo y compartiendo lo que tenemos, tenemos garantizado ser mucho más felices en la vida”.
“Es importante que los niños sepan que la infancia misionera está repartida por todo el mundo, que los misioneros van repartiendo por el mundo su ayuda, valores y haciendo un auténtico ejemplo de entrega de amor y vida. Si cada uno en nuestro barrio, con nuestro compañero de clase o trabajo vamos por el mundo así todo nos iría mejor”, agregó Reyero, que destacó que “los valores fundamentales del cristianismo son tratar a los demás tal y como te gustaría que te tratasen a ti. El mandamiento del amor es el que resume todos, amar a Dios y a los demás creo que es lo que puede mover y transformar este mundo”.
Por su parte, Pau Beltrán aseguró que están “encantados” desde el Ayuntamiento que este encuentro, cuya primera edición se celebró en Ciudad Real, regrese a la capital tras girar por otras localidades de la provincia transmitiendo un “ambiente increíble y de alegría”. En este sentido, aseguró que “tienen las puertas abiertas” y “nos tienen de la mano” para si quieren realizar próximas ediciones en Ciudad Real.