Tras más de tres años de una guerra que parecía ‘relámpago’ a las puertas de Europa y que finalizaría en breves meses, sigue más viva y sangrienta que nunca, una guerra con una lucha desigual entre el pueblo ucraniano compuesto por mujeres y hombres con espíritu combativo y los ejércitos de no se sabe dónde con una bandera de conveniencia rusa.
En mitad de este conflicto están las niñas y niños de orfanatos de guerra, pequeños que son acogidos lejos del frente o no tan lejos de este como es el que gestiona en la ciudad de Lviv o Leopolis al oeste del país cerca de la frontera con Polonia y a unos 550 kilómetros de la capital Kiev, un orfanato gestionado por la Fundación ‘Pequeñas Victorias’ y en el que cientos de niñas y niños son acogidos con todo el cariño y generosidad de los voluntarios que están afrontando el día a día para atender las necesidades tanto sociales como emocionales que presentan estos pequeños refugiados.
Desde un discreto almacén en un polígono industrial de la Comunidad de Madrid, que por motivos de seguridad no se puede desvelar, viaja mensualmente ayuda humanitaria y social con destino a Ucrania con la colaboración y el trabajo de la asociación hispano-ucraniana ‘Nuevo Renacimiento’, cuya presidenta Lesya Alejandra Vorobets, coordina con ongs como Misión Humanitaria de Ciudad Real para llevar todo lo que aparece ya que son miles las necesidades en un país en guerra y donde escasea de todo desde un cepillo de dientes infantil para los más pequeños hasta un patinete eléctrico para militares del frente, tal y como manifiesta esta poeta Ucraniana afincada en España.
Desde los puntos logísticos de Ciudad Real capital, Pozuelo de Calatrava y Saceruela, la ONG Misión Humanitaria está volcada en la ayuda tanto a la población civil como a militares de primera línea y retaguardia desde el comienzo de la invasión de Ucrania, aprovechando el transporte o flete de diferentes organizaciones de carácter social con el envío de peluches, material deportivo, material sanitario y de higiene personal infantil y de adulto, ropa, equipamiento de invierno y verano y un largo etc. El presidente de la ONG Humanitaria, José Antonio Morales, hace hincapié, a la hora de reseñar las principales necesidades de los más de cinco mil niñas y niños del orfanato de Lviv, en el afecto personal en primer lugar ya que muchos de ellos son personas con discapacidad y necesidades especiales de todo orden.
El pasado fin de semana volvió a fletarse desde la capital manchega más de media tonelada de ayuda humanitaria donada por empresas como Mazapanes ‘Delaviuda’ de Sonseca y Cartonajes ‘López’ de Orgaz en Toledo; material deportivo, juguetes y peluches solidarios donados por Fundación ‘Crecer Jugando’ de Ibi en Alicante, Fundación ‘Acompartir’ de Madrid, Fundación Seur y Seur Ciudad Real, Balonmano Caserío de Ciudad Real, Ayuntamiento y Protección Civil de Carrión de Calatrava y particulares que no se olvidan de una guerra que parece lejana pero está a menos de tres días en camión, dos días en autobús, un día y medio en coche o tres horas en avión.