Intenso y apasionado, repleto de emociones tan profundas como fulgurantes, fue el “monumental” concierto con tres soberbios paisajes modernistas que ofreció este lunes en el antiguo Casino el Dúo Bosmans, integrado por el pianista albaceteño Antonio Soria y el violonchelista canario Ángel Luis Quintana.

Enmarcado el recital en la programación de los ‘Lunes Musicales’, el dúo propuso el programa ‘Fantasía modernista’ con una primera sonata del ruso Nikolái Miaskowski, autor contemporáneo de Joaquín Turina y, que aunque no gozó de la fama de Shostakóvich o Prokófiev porque no estaba tan integrado en el sistema político soviético, fue un “gran sinfonista”, con “toques fantásticos” y fabulosos recursos armónicos.
Luego llegó la “tremenda” sonata para piano y violonchelo del también ruso Serguéi Rajmáninov, “bellísima” y “de lo más difícil que hay”, compuesta por el considerado “compositor pianista más virtuoso de todos los tiempos”. Sobrecogió su dramática energía, con desde pasajes dulces y románticos hasta vehementes y enfurecidos, de nubes de rocío y preñadas de rayos.

El recital culminó con “la joya de la corona” del programa, el estreno en Castilla-La Mancha de la sonata que la compositora holandesa Henriëtte Bosmans compuso en recuerdo de su padre, violonchelista principal de la Orquesta Real del Concertgebouw de Ámsterdam. Es una sonata “preciosa” con muchos caracteres, “un viaje psicológico por muchos estados de ánimo”, que pasa por lo tenue, lo sugerente y culmina en lo más ardiente.