Lanza_logotipo_blanco
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
28 marzo 2024
ACTUALIZADO 11:14
  • Ciudad Real
  • Resultados deportivos de Ciudad Real en directo
  • El Campo
  • Toros
  • Internacional
  • Nacional
  • Agenda
  • Anuncios Oficiales
  • Galerías
  • Vídeos
      • Cofrades y fieles en el templo / Lanza
      • LA Virgen del Mayor Dolor / Lanza
      • El Cristo estaba preparado / LAnza
      • Se realizó el Viacucis en el templo / Lanza
       Lanza
      El presidente de la Diputación -c- con la Hermandad del Ecce Homo (Pilatos)
      Imagen de archivo de la procesión de la Hermandad de la Esperanza Macarena y Jesús Cautivo de Valdepeñas / Maite Guerrero
      Armaos en la Ruta de la Pasión Calatrava en Aldea del Rey / Elena Rosa
      Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Bondad en su salida de 2023 / J. Jurado
      Hermandad Nuestro Padre Jesús del Perdón Miguelturra
      El concierto de música sacra que tuvo lugar en Villanueva de los Infantes / Lanza
      Miguel Ángel Valverde, Agustín Espinosa, David Triguero, Francisco Javier Núñez y otros diputados, alcaldes y concejales del Campo de Calatrava, durante la recepción de periodistas internacionales que pasarán la Semana Santa en la provincia / J. Jurado
      Cristo de la Luz de Daimiel en el Vía Crucis / Ayuntamiento de Daimiel
      Imagen de los pies de los costaleros de la Virgen de los Dolores de Santiago / Clara Manzano
      La Hermandad de la flagelación tampoco pudo salir en procesión / Elena Rosa
      Hermanas del Silencio que iban a acompañar a la Virgen / J.M. Beldad
      Las Penas suspende su estación de penitencia / J.M. Beldad
      El mal tiempo impide la salida de Medinaceli y la Virgen de la Esperanza / J.Jurado
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Narea: Treinta años haciendo teatro

Reproducir
Javier Moncada, en el epicentro de creatividad de la Compañía de Teatro Narea / Elena Rosa
Noemí Velasco / TORRALBA DE CALATRAVA
La Compañía de Teatro Narea cumple treinta años de trabajo sin tregua en las artes escénicas. Javier Moncada, fundador de la compañía junto a César Alcázar, dice que ese ha sido su mayor éxito. ‘El castillo de los antónimos’ tuvo la culpa de esta historia, después vino ‘No hay ladrón que por bien no venga’, y ‘La Sirenita, un príncipe de cuento’. Consideran que su secreto ha sido saber dónde estaban en cada momento y “no tener miedo”

Treinta años suman sobre las tablas del Teatro Quijano y el Corral de Comedias, de kilómetros infinitos de carretera en una vasta región plagada de pueblos mínimos, de horas de ensayo, revisión de textos, vestuario y elaboración de clavileños, de romper las barreras que recortan la cultura a cada instante. La Compañía de Teatro Narea tiene un buen motivo para soplar las velas: treinta años de trabajo continuado y sin tregua dentro de las artes escénicas.

Javier Moncada, fundador de la compañía junto a César Alcázar, dice que su mayor éxito ha sido perdurar con nuevos proyectos, ya sea un musical de La Sirenita en una piscina o un montaje para adolescentes sobre Leonardo da Vinci, permanecer pese a la decadencia de las compañías de teatro, pese a que cada día decenas de talentos desaparecen por el retrete.

En el treinta aniversario, Javier Moncada abre las puertas de uno de los núcleos de creatividad donde se cuece cada montaje de Narea, decidido a desvelar los secretos de la compañía. Por la nave de Torralba de Calatrava pasan actores, escenógrafas, bailarines, modistas, acróbatas, músicas y pintores. Allí está el reloj de ‘No hay ladrón que por bien no venga’, el huevo de ‘La gallina que pudo ser princesa’, el clavileño que llevaron a Fitur, y también una diana, botes de pintura y una bota verde.

En Ciudad Real está el local de ensayo, donde trabajan los textos, y en Torralba, los decorados y un camerino donde conservan el vestuario. También hay libros, premios y un póster de ‘El castillo de los Antónimos’, aquella primera obra que fraguaron cuando todavía tenían el pelo largo.

Los secretos del éxito

narea ER 9
Javier Moncada habla de las obras que han marcado a Narea / Elena Rosa

Con el profesor Antonio Cano, apasionado del teatro, hicieron los primeros pinitos en las artes escénicas, en el colegio Hermanos Gárate de Ciudad Real. Hoy se puede decir que Javier Moncada y César Alcázar son “la pareja más estable en el mundo del teatro en España”. Empezaron desde cero juntos y, aunque como todos los matrimonios han tenido momentos de crisis, han sido el complemento perfecto para dar vida a más de una treintena de espectáculos.

Una mirada basta para entenderse y su mayor reto en la actualidad es llegar a la jubilación dentro de la profesión. “Nos hubiera gustado ser estrellas del rock, pero como no se ha podido, hacemos teatro”, bromea Javier Moncada, que flirtea con la guitarra y echa ratos con su amigo el compositor Augusto Guzmán.

Si hace tres décadas le hubieran dicho que iban a conseguir vivir del teatro durante treinta años lo hubiera firmado “a ciegas”. El director de teatro y actor confiesa que en todo este tiempo “el mayor premio ha sido seguir trabajando”. Sabe agradecer la posición que tiene en la actualidad Narea, con un nombre, una trayectoria y una infraestructura, y reconoce que son “unos privilegiados”.

No es fácil, pues “por el camino se ha quedado muchísima gente”, profesionales de primer nivel que han tenido que dejarlo por las dificultades que tiene la profesión. Moncada no da demasiada importancia a los galardones, y eso que acumulan muchos; lo importante es trabajar, aunque sí destaca uno, el Premio de Artes Escénicas de Castilla-La Mancha, que concede el público.

¿Cuál es la clave del éxito? Saber en cada momento dónde estaban desde que saltaron a la escena en 1989 bajo el nombre Teatro Nómada –antes de pasar a Narea unos años después-. Javier Moncada reflexiona que “el éxito ha sido resultado de que no hemos querido subir 50 escalones de golpe, que hemos ido escaloncito a escaloncito, conscientes del nivel que teníamos en cada momento”, en cada uno de la treintena de espectáculos que han producido.

También considera que ha sido importante confiar en el trabajo y hacerlo, “no tener miedo, por mucho que fuera arriesgado”, en esta provincia modesta en cuanto a programación cultural, pero localizada en el mapa internacional gracias al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Siempre han sido una “compañía viva”, que ha invertido el 100% de lo ganado y que en la actualidad da trabajo a seis personas de forma fija aparte de a decenas de profesionales en cada espectáculo.

Como una montaña rusa

narea leonardo ER 1
Narea con su nuevo montaje sobre Da Vinci en el Quijano / Elena Rosa

Ni teatros, ni vías de comunicación. Cuenta Javier Moncada que cuando empezó con César Alcázar en Castilla-La Mancha no había estructura para el desarrollo cultural, en general no había espacios escénicos acondicionados, pero es que “en algunos sitios no había ni carreteras”.

En la actualidad “afortunadamente” la mayoría de los pueblos medianos, e incluso pequeños, tienen “teatros respetables, con puesta en escena, iluminación, sonidos y bambalinas”, que poco tienen que ver con el panorama de los primeros años de la democracia. El director recuerda que han llegado a actuar en “en corrales, encima de un remolque o en la nave del pueblo”.

Después, vivieron el auge de las compañías en la región, donde llegaron a haber “diez o doce”. Ahora solo quedan “dos o tres”. A nivel nacional pasa lo mismo: solo quedan profesionales sueltos que se juntan para proyectos individuales. La parte negativa, según explica Javier Moncada, es que “una compañía sirve de referencia, se asienta en un territorio, con una sede, una infraestructura, una continuidad”.

Así, Narea es un punto de encuentro para profesionales de toda Castilla-La Mancha y en ella han trabajado la mayoría: las dramatizaciones organizadas por el 125 aniversario del Palacio Provincial organizadas por la Diputación de Ciudad Real fue un buen ejemplo.

“Aquí hay muy buenos profesionales, hay producciones maravillosas y otros trabajos que no funcionan tan bien, pero eso pasa también en Cataluña y en el País Vasco; en Castilla-La Mancha no estamos ni mejor ni peor que en otras comunidades autónomas”, expresa Moncada, que todavía guarda en la retina la obra ‘Fresa y chocolate’, de Lulo Producciones, que vio hace unas semanas en Hellín.

Los inicios de Narea

narea ER 10
Javier Moncada junto al cartel de ‘El castillo de los antónimos’, la primera obra de Narea / Elena Rosa

‘El castillo de los antónimos’ tuvo la culpa. Los primeros espectáculos fueron muy pequeños, solo intervenían Javier Moncada y César Alcázar, que llegaban en su furgoneta cargados de atrezo para actuar en los rincones más recónditos de la provincia. El director reflexiona que quizás el éxito de cumplir treinta años derive de la acogida que tuvo esta obra que han representado “alrededor de 3.000 veces”.

Mientras enseña el disfraz que ha utilizado en los últimos diez años para representar a uno de los bufones y posa delante del mítico cartel que ha estado colgado en cada uno de los teatros de la provincia, Moncada afirma que todavía son muchos los ayuntamientos que llaman a Narea por esta función, que “como mínimo” representan 30 o 40 veces al año, aunque han llegado a poner en escena 150.

Fieles a la idea de progresar, la experimentación con los diferentes géneros que articulan las artes escénicas siempre ha formado parte de Narea. El segundo espectáculo fue ‘Vagabundos’, de pantomima, con gestos y sin palabras para jóvenes adultos, con música original del cantautor Carlos Goñi, líder de la banda de pop-rock Revolver, que poco después saltó a la fama.

“Siempre hemos dicho que hemos dado mucha suerte a la gente que ha trabajado con nosotros, porque ha sido hacerlo y lanzarse al estrellato”, reflexiona el director, que no olvida tampoco el paso por Narea del humorista Goyo Jiménez, que llevó el timón de un par de proyectos. Será que el grupo de teatro ha sido un imán para gente con talento o, como dice Moncada, “será cuestión de la edad, que nos hacemos viejos y tiene que destacar gente”.

“Los trabajos son como los hijos, ¿a quién quieres más?”. Javier Moncada destaca que todo el trabajo que pasa por las manos de Narea lo hacen “con el mismo cariño, poniendo el mismo interés y el mismo esfuerzo”, ya sea para un público reducido, para grandes masas, para niños o para adultos.

La diferencia la marca la repercusión que han tenido, y el director reconoce que hay producciones que pensaban que iban a ser un éxito y no han funcionado, y otros trabajos más pequeños que pensaban que iban a ir a un mercado pequeño y que luego han triunfado en muchos sitios. Entre ellos, cómo olvidar la obra ‘Yo no soy El Greco’, que consiguió “muy buenos resultados” en los peores años de la crisis.

Teatro danza, los espectáculos juveniles y La Sirenita

narea ER 5
El escudo de Don Quijote de Narea / Elena Rosa

Al hacer un repaso por los más de treinta trabajos de Narea es imposible pasar de puntillas ante ‘La magia de los libros’, el primer espectáculo infantil de gran formato que se hizo en Castilla-La Mancha, “con una escenografía potente y un presupuesto grande” que los lanzó al mercado nacional. También sobresale ‘El ladrón y la bailarina’, el primer espectáculo de teatro danza hecho en la región, fruto de la adaptación de un cuento infantil inglés.

Javier Moncada destaca que “descubrir técnicas nuevas, investigar y trabajar con profesionales de distintos géneros siempre nos ha gustado”, al mismo tiempo que reconoce que “nunca nos ha dado miedo afrontar riesgos”. Poca gente confió en un principio en esta obra y, sin embargo, “se vendió muy bien y tuvo una gran repercusión”.

Con ‘No hay ladrón que por bien no venga’, obra del célebre comediógrafo italiano Darío Fo, llegaron a Italia, y ahora esperan hacer lo mismo con ‘En casa de Leonardo’, un montaje de gran formato y con una escenografía muy llamativa para chavales de doce a catorce años. Para ellos hay poco trabajo específico y suelen tildarlo de público “difícil”, pero el Grupo Narea está “muy contento” con su reacción a la obra.

“A los jóvenes hay que saber llegarles y hay que utilizar un lenguaje que sepan entender”, confiesa el director, que en esta obra sube a las tablas para girar por toda Castilla-La Mancha. A raíz de la pieza dirigida por la reconocida dramaturga Llanos Campos, este teatrero, que pasa los fines de semana sin función entre el campo de fútbol y de voleibol para vitorear a sus hijos, reconoce la fascinación que le ha brotado en torno a la figura de Leonardo da Vinci, del que en estos momentos lee un libro de recetas, “el primero que se publicó en el mundo”.

Y así llegaron a ‘La Sirenita y un príncipe de cuento’, un musical en el agua con el que han girado por toda España. “Fue, nunca mejor dicho, lanzarnos a la piscina, porque no sabíamos cómo iba a funcionar”, dice Moncada. Llevaba mucha puesta en escena, mucha logística, hacían falta profesionales de la cultura y el deporte.

El escenario era perfecto: piscinas para las noches de verano calurosas y agradables de La Mancha. Javier Moncada recalca que en Narea no se resignan “a que el teatro se quede en el edificio, en lo convencional”, por lo que salen a la calle y buscan espacios nuevos, que den lugar a llamativos “juegos escénicos”. El objetivo es conseguir “espacios alternativos”.

Siempre con varios espectáculos en cartelera, “porque Narea es una estructura empresarial con instalaciones y trabajadores que mantener”, la compañía acaba de terminar de gira por institutos de toda Castilla-La Mancha con el espectáculo ‘Don Juan, la sombra de Inés ensangrentada’, en el que han abordado la violencia de género.

De forma paralela a la campaña de ‘En casa de Leonardo’, ahora tienen que decidir entre dos proyectos. “No se pueden decir”, asegura Javier Moncada, por eso de que trae mala suerte, pero adelanta que uno es de gran formato y supondría “un paso muy importante para la compañía”. Sería una coproducción y podría estar para otoño. Como todo, no se pueden detener, porque “si te paras te lleva la corriente”.

Del Teatro Quijano a los 102 pueblos de la provincia

narea ER 3
Las compañías están ligadas al territorio, son referencia para los profesionales y tienen una infraestructura / Elena Rosa

“El Teatro Quijano es nuestra casa”. Javier Moncada comenta que cuando entran al teatro ciudarrealeño diferencian hasta el olor, es el espacio que han visto desde pequeños, donde se sienten más cómodos, porque es su ciudad y en las butacas está su gente. También lo es Almagro, el Corral de Comedias y hasta el Teatro Rojas de Toledo o el Teatro Circo de Albacete.

Moncada confiesa que se ha sentido profeta en su tierra y que en cada representación han sentido “el calor de la gente”. En todo este tiempo, el director de Narea confiesa que “afortunadamente no nos debe quedar ningún teatro de Castilla-La Mancha sin visitar y todos los espacios son especiales”.

En treinta años, Moncada dice haber recorrido los 102 pueblos de la provincia de Ciudad Real varias veces y en Castilla-La Mancha tienen que quedar pocos –son 919-. Al son de AC/DC, The Waterboys y algo de Rita Pavone en la radio del coche, han viajado por cientos de ayuntamientos pequeños, a través de campañas especiales de diputaciones y entidades financieras.

Por ejemplo, recuerda aquel espectáculo de gran formato organizado por el IV Centenario de la primera edición de El Quijote en 2005 que llevaron “a todos los sitios”. El director confiesa que “es muy gratificante llevar un trabajo con una puesta en escena espectacular a localidades pequeñas”, que sin el apoyo de administraciones como la Diputación provincial nunca podría llegar.

Cómodos se sienten con todo tipo de público, ya sean chavales, jóvenes o adultos, ya sea español o griego. En Narea “todos los trabajos se hacen igual”, no porque sea una obra para niños tiene menos inversión o tiempo. Además, insiste en que cuando crean un trabajo su intención es que la gente lo pueda disfrutar, por lo que “cuantas más personas y más territorios puedas llegar, no solo de España, sino de fuera, muchísimo mejor”.

También aprovecha para hablar de la polémica surgida en torno al uso de teléfonos móviles durante las obras y lamenta la “falta de respeto y de educación”. La mayoría de la gente que va al teatro “es muy respetuosa con el trabajo de los profesionales”, pero luego están los que llegan a responder a llamadas durante la función. Y Javier Moncada advierte que, en la mayoría de las ocasiones, “no es que el trabajo te guste más o menos, sino que antes de empezar en el patio de butacas puede haber 50 pantallas encendidas dándole en la cara al espectador”.

Lo que es el apoyo público para el teatro

narea ER 7
Narea recibirá el Premio Especial en el ámbito regional / Elena Rosa

La Red de Artes Escénicas y Musicales de Castilla-La Mancha es “el mayor sostén que tienen las compañías de la región” y quedan pocas. Javier Moncada reivindica el teatro como “herramienta cultura, educativa y económica”, por lo que insiste en la importancia de promover el apoyo público, de mantener y apoyar esta red para contribuir a la supervivencia de las compañías.

Sin ella, “hubiese sido difícil que las dos o tres que siguen en Castilla-La Mancha tuvieran futuro”. “Confío mucho en la nueva viceconsejera de Cultura y Deportes -Ana Vanesa Muñoz-, que viene con nuevas ideas, proyectos, para que la potencia y que realmente sea nuestro elemento fundamental de trabajo”, añade.

Por suerte, las cosas han cambiado, en la actualidad aparte de la Red de Artes Escénicas, existen las ayudas a la producción y “ya no te miran como un bicho raro” al presentar un trabajo cultural. “¿De qué vais a vivir?” ha sido la pregunta que más han escuchado, pese a que llevan tres décadas “haciendo y viviendo de teatro”.

Sin embargo, Javier Moncada confiesa que “las instituciones tendrían que apoyar más al sector cultural, utilizar la cultura como elemento dinamizador de la sociedad”. No solo se trata de financiación, sino de apoyo social.

En Ciudad Real y en el resto de Castilla-La Mancha “hay profesionales muy buenos, que deben de tener un reconocimiento”. Javier Moncada confiesa que a veces tiene la sensación de que, si un día el Grupo Narea desaparece, como tantas otras compañías, después de llevar el nombre de la ciudad por toda España, “no pasaría nada”. Por eso reivindica la protección del teatro como patrimonio inmaterial, y más cuando Ciudad Real ha conseguido mantener varias compañías de teatro, a diferencia de otras provincias que tienen mucho más peso.

Ante cada crisis, la cultura es la primera en sufrir los recortes de financiación pública, pero “un parado es igual en la construcción que en las artes escénicas, es el mismo drama personal”. “Cuando había sectores que estaban aumentando muchísimo el paro, parecía que nuestros parados no aparecían en ninguna estadística”, lamenta Moncada, que insiste en que Narea es igual que otra empresa, que paga sus impuestos, su Seguridad Social y que tiene trabajadores a pesar de la crisis que acarrea el sector de forma permanente. La cultura “puede mover y mueve en España mucha economía” y Narea es uno de los mejores ejemplos.

Noticias relacionadas:
Imagen de archivo de un teatro de Castilla-La Mancha / JCCM
Unieron voces e instrumentos en la interpretación de marchas
Cantarán mayos a la Cruz en la Plaza Mayor
 José Antonio Romero
 Lanza
AFAMMER La Solana teatro Pelapájaros
Cerrar