Aunque lució el sol, la gélida mañana dominical lo pedía y ellos se desearon felices fiestas y un venturoso 2025 en el segundo encuentro navideño que celebran, tras el del año pasado, además de la fiesta de confraternidad que también convocan en verano.

“Están vendiendo casas y está viniendo gente nueva lo que le está dando vidilla de nuevo al barrio”, señaló Victoria. Una de las nuevas residentes es Sandra, a quien le encanta la tranquilidad de esta zona de la ciudad de unifamiliares y casas bajas, con sus jardines y un punto “bohémico” por la arquitectura de buena parte de los inmuebles.

Antiguamente denominadas las Casas Baratas, ahora es “la Moraleja de Ciudad Real”, donde no hay problemas de aparcamiento y se vive muy tranquilo. Es “otro mundo”, apunta Juan Ramón, que ha regresado hace un año al barrio donde sus abuelos ya vivían.

Para vivir un encuentro entre vecinos, comentó Blanca Calatayud, de la asociación vecinal, se organizan estas reuniones de convivencia, a la que asistió la concejal de Ciudad Jardín y La Granja, Aurora Galisteo, que indicó que se está reactivando y renovando la asociación de vecinos de uno de los barrios más antiguos al estar viniendo gente joven a vivir a la zona.

Galisteto compartió con los vecinos este desayuno navideño de convivencia después de la asamblea vecinal que se celebró a mediados de diciembre, organizada por Participación Ciudadana y en la que los residentes plantearon sus demandas que “pasan principalmente por temas del arbolado que invade mucho las aceras, generando problemas de accesibilidad”, y el ruido del aire acondicionado de hospital Quirón, comentó.