El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, explicó que los retos de la Diócesis de Ciudad Real para el nuevo año son potenciar la evangelización de la familia, fomentar las vocaciones sacerdotales e intensificar un acompañamiento global a las familias, que también puede extenderse a los sacerdotes.
Melgar pronunció esta declaración de intenciones durante la celebración de un desayuno con los medios de comunicación con motivo de las fiestas navideñas, que sirvió como balance de sus 20 meses como obispo en Ciudad Real y para detallar sus objetivos. Además aprovechó para avanzar que durante el primer trimestre de 2018 realizará una visita pastoral completa al Arciprestazgo de Ciudad Real, que comenzará en las iglesias de la Merced y San Pedro.
Detalló Melgar que estas visitas pastorales siempre ayudan mucho al obispo a conocer su entorno y, además, sirven a los laicos para conocer al obispo. En este sentido indicó que su intención es realizar cada año una visita pastoral a un arciprestazgo de la provincia.
Caso de abuso
Durante su intervención el prelado también contestó a las preguntas de los medios, como la referida al caso del sacerdote acusado de abusar de nueve menores en el Seminario de Ciudad Real, denunciado a principios de 2016. Al respecto afirmó que lógicamente este es un caso que nadie quiere que se dé y que se lleva con dolor.
Informó de que el caso está pendiente de resolución, tanto en el ámbito judicial como en el eclesiástico. Respecto al judicial indicó que no puede aportar más datos, ya que se encuentra ‘sub judice’. En cuanto al área eclesiástica, recordó que la investigación se entregó a la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma el 9 de febrero de 2016 y que se está a la espera de la resolución definitiva.
Sobre la comunidad religiosa en Ciudad Real manifestó que está bien cuidada y que cuenta con mucha religiosidad, destacando el número de hermandades de la provincia (más de 800). A ellas les pidió más colaboración para la difusión de la palabra de Dios y avanzó una iniciativa para potenciar su espiritualidad y formación cristiana. Así detalló que se realizarán dos cursos con cinco encuentros en los que se impartirán la formación imprescindible que debe conocer todo cristiano: teología, Biblia, sacramentos… y que será ofrecido a toda la sociedad, especialmente a los miembros de las hermandades.
Retos
En su discurso, el obispo enfatizó en que el principal reto de la Diócesis es la evangelización, “llevar a Jesucristo a la gente, al corazón del mundo”. En este sentido consideró fundamental intensificar esta labor en la familia y, del mismo modo, solicitó a la involucración de la familia en la misión de educar en la fe.
También abogó por potenciar la inserción de los laicos en las tareas de evangelización y prestó especial importancia al fomento de las vocaciones sacerdotales, ya que la Diócesis está empezando a tener dificultades para cubrir todas sus necesidades.
En este punto indicó que en los últimos años no se ha finalizado su formación ningún seminarista y cifró en que se necesitarían cada año 3-4 nuevos sacerdotes para sustituir a los curas que se jubilan o fallecen.
Por último Melgar ha subrayado que se está trabajando de forma importante en el acompañamiento a las familias y también a los sacerdotes. Respecto a las familias abogó por un acompañamiento global, desde el inicio de la relación como novios, poniendo énfasis en explicar que el noviazgo es un tiempo para conocerse, dialogar y cimentar un proyecto de pareja.