En el salón de actos de la Residencia Universitaria Santo Tomás de Villanueva, que formó parte del Hogar Provincial, Palomares presentó este miércoles junto al alcalde, Francisco Cañizares, el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, el delegado de Educación, Cultura y Deportes, José Caro, y la concejal de Educación e Igualdad, María José Escobedo, la publicación por parte de la Biblioteca de Autores Manchegos ‘BAM’ de un riguroso recorrido histórico por la evolución de ‘Las Escuelas del Hogar Provincial Santo Tomás de Villanueva, Pérez Molina, Cruz Prado y Ferroviario’.
Son cuatro centros educativos por los que han pasado, en los cien años de actividad del Pérez Molina, Cruz Prado y Ferroviario y ciento setenta del Santo Tomás de Villanueva, “cientos de profesores y miles de alumnos que han conformado la identidad de esta ciudad” y un aniversario como éste quedaría “huérfano” si no fuera por el relevante estudio de investigación realizado por Palomares que es “un auténtico tesoro” e “historia viva de la capital”, indicó Cañizares, que también destacó cómo se refleja en el libro la relevante labor histórica de la Diputación impulsando el desarrollo a través de la educación en la provincia.

Valverde, que consideró un honor y orgullo representar a una institución como la BAM que también está de aniversario al cumplir cuarenta años, puso así mismo en valor la acción de la Diputación a lo largo de la historia en favor de la educación, cultura y atención social de tantas generaciones de personas que han pasado tanto por estos colegios centenarios apoyados por la Diputación como por la Escuela Hogar sostenida por la institución provincial.

El libro refleja lo diferente que era la educación cuando se crearon estos centros, las dificultades y penurias de gran parte de la población, frente al actual acceso de manera universal y gratuita a una enseñanza de calidad. “Cuantos llantos y sufrimientos pero también cuantas alegrías y diversión atesora este libro”, apreció Valverde, que también se refirió a lo poco que cobraban los profesores o los altos índices de analfabetismo y mortalidad infantil, al tiempo que animó a zambullirse en una publicación con numerosos datos interesantes y curiosos.
Por su parte, Caro elogió la “muy rigurosa” labor de investigación de Palomares, a quien felicitó por un libro que constituye “una contribución fundamental no sólo a la historia de la educación en Ciudad Real, sino en la región y el país”. Se trata de una publicación que rinde tributo “a las personas que se dedicaron a la enseñanza y un regalo para quien en el presente y futuro nos dedicamos a ella”.

Con prólogo de Milagros Robredo y dedicado a los claustros de profesores de los cuatro colegios, el libro es el resultado de un exhaustivo trabajo de recopilación de documentos y fotografías durante cinco años por parte de Palomares, quien parte de los establecimientos benéficos del siglo XIX, creados en lo que fue el convento de los Franciscanos Observantes, para trazar el recorrido por el Hospicio antiguo, luego Hogar Provincial y ahora Ceip Santo Tomás de Villanueva, mientras que el Pérez Molina se levantó como Cantina, para asegurar la asistencia a clase de los párvulos de las familias con menos recursos, en los terrenos de otro convento, el de San Juan de Dios, y el Cruz Prado en el de los Antoninianos de San Antón Abad.

En el primer cuarto del siglo XX, “no había escuelas para todos, el Ayuntamiento alquilaba locales en los barrios. Hasta en los pueblos de La Mancha con más recursos tenían escuelas propias, mientras que en Ciudad Real no había”. De ahí que se impulsara la construcción de La Cantina y el Cruz Prado, inaugurados en enero de 1924, mientras que la Asociación Ferroviaria hizo lo propio en septiembre del mismo año con su colegio destinado a hijos de ferroviarios, con posibilidad de incorporar a otros alumnos si quedaban plazas vacantes.
Las distintas reformas en las instalaciones y las actividades que realizaban en cada época quedan plasmadas en el tránsito por los cuatro colegios públicos más veteranos de la localidad, de cuya biografía destacan, por ejemplo, los triunfos en atletismo y actividades solidarias con asociaciones como Afanion del Ferroviario, el servicio que dio el Pérez Molina desde sus orígenes hasta los años 70 con su comedor de auxilio social a los más necesitados, la Unidad de Hipoacúsicos del Cruz Prado a la que acudían los niños sordos de la provincia o la época dorada de los Salesianos en el Hogar Provincial de 1960 hasta 1986 como referente de la Formación Profesional a nivel nacional, resaltando actualmente el Ceip Santo Tomás de Villanueva, uno de los más grandes de los centros públicos de la provincia, por sus avances en tecnologías y deportes.