La restauración de la imagen del Niño Jesús de la Virgen del Prado de Ciudad Real llega en plena polémica entre muchos de los miembros de la Hermandad de la Virgen del Prado con la Corte de Honor, a tenor de las decisiones tomadas sobre la puesta de joyas y diversas piezas del ajuar a la Patrona de la capital.
Los trabajos corrrerán a cargo de Francisco Pérez Vargas, quien comenta los detalles sobre el estado actual del Niño y el proceso que va a abordar sobre la imagen para reparar diversos daños y los elementos metálicos que se han ido añadiendo en actuaciones previas, tal y como ha comprobado en un exhaustivo análisis.
En concreto, según explica, estudiaron las intervenciones realizadas por especialistas en la reintegración cromática del estrato de color. “En la radiografía se ven añadidos de elementos metálicos y hay desensambles de las piezas, por lo que la solución de urgencia ha sido introducir clavos”, asegura el restaurador.
El proceso de intervención, según Pérez Vargas, se llevará a cabo de manera cuidadosa y con un enfoque en la preservación de la obra original. “Una vez que tenemos hecho eso, procederemos a desensamblar algunas partes de la imagen”, así como, según comenta el Pérez, no se van a eliminar todos los elementos metálicos, ya que “sacrificaría mucha parte de la madera con que está hecha la obra”, afirma.
El restaurador detalla que se estudiará cada elemento metálico para determinar si es necesario quitarlo o impermeabilizarlo para evitar daños adicionales. Respecto a los pasos a seguir en el proceso de restauración de la imagen del Niño Jesús, Pérez Vargas dibuja la hoja de ruta: “Se consolidará toda la materia de soporte, se cerrarán las grietas, y se procederá a la reintegración del estrato de preparación y de los estucos en las zonas desgastadas”.
La polémica de las joyas
Además, hace hincapié en el respeto que tiene hacia el carácter devocional de la imagen de la Virgen del Prado: “Soy consciente de que, al ser una imagen devocional, sufrirá deterioros normales debido al uso, como desgastes por vestir al Niño y a la Virgen con joyas”. Pérez Vargas afirma que respeta esta situación y, sobre todo, que lo tiene “muy en cuenta” en el proceso de restauración”, añade.
Si se habla del tema de las joyas, el restaurador dice que entiende su uso y que son “necesarias como un exvoto que el devoto a la Virgen le dona o regala en agradecimiento por un favor concedido”. Según Pérez Vargas, a estas donaciones se les confiere incluso “un carácter taumatúrgico”, es decir, la facultad de realizar prodigios que el creyente le infiere a la imagen de la Virgen.
Algunos hermanos de la Hermandad de la Virgen del Prado señalan que a la Patrona se le colocan joyas “porque la imagen representa a una María Reina e idealizada, no una María en Nazaret”. Afirman que una “interpretación errónea” de la última restauración de la imagen de la Virgen “ha llevado a que se le ponga lo mínimo de joyas y ajuar, y con mucha lucha”. Por otro lado, fuentes cercanas a la Corte de Honor de la Hermandad comentan que “no se le ponen ni sus collares, ni sus bastones de mando, ni sus anillos”.
Cabe destacar que la mayoría de estos objetos son regalos y donaciones de fieles, devotos y hermanos que muestran así su fe a la Patrona de Ciudad Real. Según algunos hermanos, la Corte de Honor -encargadas de ataviar a la Virgen- “no son cofrades ni tienen conocimientos ni formación cofrade”, lo que hace que se cuestiones sus decisiones a la hora de vestir y ataviar a la Santísima Virgen del Prado. Aunque añaden que lo dicen “sin acritud ninguna”. Otros, alzan un poco la voz y creen que hay posiciones en el clero que son “anticofrades” y que acusan “casi constantemente” de idolatría a algunos hermanos y devotos.
Pérez Vargas y el respeto por la obra original
La restauración incluirá la limpieza de la policromía y la reintegración cromática con un criterio de distinción. “Reintegrar cromáticamente es dar color únicamente en las partes donde falta color”, dice Pérez Vargas. Por lo demás, asegura que “se hará con un criterio de distinción para que se sepa cuál es la parte nueva y cuál es la parte original de la obra”, concluye.
El proceso completo, que incluirá la fijación de la policromía, la consolidación del soporte, la reintegración cromática y la protección final con barniz, se llevará a cabo con el objetivo de preservar la integridad y la autenticidad de esta valiosa obra de arte devocional y tan importante en la ciudad, debido a la devoción a la Santísima Virgen del Prado.
Francisco Pérez Vargas, nacido en Fregenal de la Sierra en 1970, es licenciado en Bellas Artes con especialidad en Conservación y Restauración. Tras colaborar con destacados profesionales, ha restaurado obras de arte del siglo XV al XX, destacando la intervención en retablos, esculturas y pinturas, evidenciando su habilidad en la preservación del patrimonio artístico. Además, combina su labor como restaurador con la docencia en Educación Secundaria.