Quiero aportar una nueva reflexión sobre el “Plan de Modernización” para la capital, presentado por las tres administraciones socialistas el pasado viernes 26 de enero. Mis reflexiones son solo eso, reflexiones, pero parten del conocimiento profundo que tengo de Ciudad Real y del convencimiento de que queda mucho por hacer.
He leído tres importantes opiniones al respecto sobre el mismo asunto: La de Fernández Reymonde, la de Alberto Muñoz y la de José Rivero, opiniones de las que no voy a hacer exégesis y que invito a que lean. En cuanto a la mía, quizá me achaquen una visión partidista, pero si leen estas líneas evitando pensar que soy el portavoz del PP en el Ayuntamiento, puede que hasta estén de acuerdo con lo que voy a plasmar sobre un plan que tiene más sombras que luces.
Comienzo. Pilar Zamora ha dicho del Plan que es “creíble, serio y riguroso, porque cuenta con financiación y un cronograma”. Primera mentira: que hayan puesto números en un papel no significa que cuente con financiación. Para poder decir eso, las obras deben estar detalladas en los presupuestos de las administraciones y, en el caso concreto de la Junta de Comunidades, ninguna de las obras anunciadas tiene financiación.
Es evidente que el plan tiene un tinte electoralista claro, al presentarse a poco más de un año para las elecciones de 2019 y dejando el grueso de las inversiones para futuras legislaturas. Como se diría de forma coloquial, se les ve el plumero. Prevé invertir 103 millones de euros con inversiones aún no presupuestadas y que, en algunos casos, dependen de la Administración del Estado, que curiosamente no estuvo invitada al acto.
Extraña forma de aunar voluntades en pro de la ciudad. Sorprende que la aportación de la Diputación se limite a la actuación de reforma sobre dos inmuebles de su propiedad: el Pabellón Ferial y el Parque de Bomberos. Discrepo en lo de “modernización”, porque lo que contempla es más un catálogo de obra pública que otra cosa. Modernizar una ciudad implica otras facetas no contempladas en el plan. Modernizar no es alfaltar.
Se echa en falta una planificación de necesidades más concretas. En materia de infraestructuras de comunicación “olvida” la autovía Ciudad Real-Toledo. Por lo tanto deja claro que si esta necesaria obra se llegase a ejecutar será en todo caso después de 2025. Intolerable. No se habla de administración electrónica, ni de transparencia, ni de Gobierno Abierto (recordad que el equipo de Gobierno del PSOE rechazó una subvención concedida de 800.000 euros para “ciudades inteligentes” pocas semanas después de tomar posesión) Esa inversión hubiera dado un giro radical a los procedimientos y formas de relacionarse la administración con el ciudadano, que también es modernización. Se trata de un plan “cocinado” por las administraciones socialistas sin ningún tipo de participación social. Algo parecido a lo de “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Las intervenciones en realizar
Tampoco se sabe cómo se han elegido las intervenciones a realizar. Muchas de las actuaciones que contempla se han pedido por colectivos sociales, culturales o por este Grupo Municipal y han obtenido el “no” por respuesta. Como ejemplo, hace pocas semanas expusimos la necesidad de actuar sobre el palacete de la Cruz Roja, en un estado de deterioro cada vez más alarmante.
La respuesta de Pilar Zamora fue clara: “actuar sobre el edificio de la Cruz Roja no es una prioridad” ¿Qué ha cambiado para que apenas dos semanas después se anuncie su rehabilitación dentro de este plan de modernización? ¿Cuándo mintió Zamora? ¿Cuando dijo que no era una prioridad? O ahora, que dice que se va a salvar de la piqueta. Es un ejemplo de la improvisación con la que se ha hecho este plan y un punto más a favor de la teoría que sostiene que es una actuación electoral. Otro punto a tener en cuenta es que este plan prácticamente se solapa en el tiempo con la estrategia EDUSI, que prevé invertir 10 millones de euros hasta 2022.
Este plan sí con dinero contante y sonante, puesto encima de la mesa por el Gobierno de España. Una estrategia que se vendió por parte del PSOE como la gran actuación transformadora de la ciudad. Es harto complicado que estas dos estrategias urbanas, EDUSI y plan de modernización, puedan coexistir de forma paralela sin integrarse una en la otra. Otro dato a tener en cuenta es que el citado plan no establece ninguna actuación en los Anejos.
Valverde, Las Casas, La Poblachuela
El PSOE olvida a Valverde, Las Casas y La Poblachuela. Tampoco da respuesta a los diseminados. Si se trata de un verdadero plan de modernización no se puede dejar a su suerte a un número importante de vecinos que no viven en el núcleo central. Ese olvido de los anejos es muy grave y podría condenarlos al despoblamiento y prácticamente a la desaparición. Si la ciudad matriz progresa no puede ser a costa de los anejos y pedanías. Al final detrás de todo, lo que subyace es una falta de modelo de ciudad. Pilar Zamora y Page no saben hacia dónde quiere ir. Saben que se quieren mantener en los sillones, pero el modo en el que lo quieren hacer, comprando voluntades con este ficticio plan de modernización, se les puede volver en contra. Un plan deseado, apetecible, pero que no es ni creíble, ni serio, ni riguroso.
Miguel Ángel Rodríguez es el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Ciudad Real