Cinco mujeres han sido ya asesinadas en los 23 primeros días de 2020 a manos de sus parejas y como indicó la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, “ya no sabemos qué decir, porque la rabia y la impotencia que nos invade nos deja sin palabras, pero no sin fuerzas, no sin ganas de esa lucha en la que tenemos estar alzando siempre la voz”.
La Plaza Mayor ha acogido este jueves a las doce un minuto de silencio al que han asistido vecinos de la ciudad y representantes de todos los grupos de la Corporación municipal, a excepción de Vox, para recordar a las dos últimas víctimas de la violencia de género, ayer en La Puebla de Almoradiel (Toledo) y hoy en Granada.
“La alarma en la sociedad, en las instituciones, ha llegado a un punto inaguantable e insostenible”, afirmó Zamora, que añadió que “la educación es la base esencial para acabar con la violencia machista y para que las nuevas generaciones entiendan perfectamente el concepto de igualdad entre hombres y mujeres, que no somos propiedad de nadie, que no somos menos que nadie, y no pueden seguir asesinándonos”.
Solicitó la primera edil no perderse en debates inútiles en educación como los de los últimos días y apostar por una educación en igualdad, en valores, “para no tener que hundirnos cada mañana al ver las noticias”.
Zamora expresó su más rotunda condena a la violencia machista y llamó a proseguir en la lucha por la igualdad, el seguir tomando las calles hombres y mujeres reivindicando que se acabe con la violencia machista. Al respecto subrayó que el compromiso político del Ayuntamiento de Ciudad Real de no descansar ni un solo día para acabar con la violencia de género.
Proteger a los niños
La delegada provincial de la Junta, Carmen Olmedo, suscribió las palabras de la alcaldesa e indicó que “nuestro trabajo ahora es con los hijos de Olga, la víctima en La Puebla de Almoradiel; dos niños que vieron como la persona que más quieren asesinaban a la otra persona que más quieren”.

En este sentido subrayó que la labor del Gobierno regional es proteger a los niños y seguir trabajando para que la violencia de género acabe de una vez.
Recordó Olmedo que la consejera de Igualdad manifestaba que a lo mejor hay que esperar dos generaciones para lograr una igualdad plena. “Espero que este periodo se acorte, porque desde que tenemos cifras, desde 2003, han sido 1.040 las mujeres asesinadas y no nos podemos permitir el lujo de que en otras dos generaciones haya otras 1040 mujeres muertes”.
Y a aquellos que banalizan la violencia de género, la niegan, e incluso se mofan de ella, Olmedo les recordó que el resultado de este comportamiento es la desigualdad, el sometimiento de la mujer y, en los casos más graves, la muerte de personas y la rotura de familias. “Ya son cinco vidas rotas porque un hombre creyó que eran de su propiedad y podía hacer con ellas lo que quisiera”, concluyó.
Por su parte la vicepresidenta tercera de la Diputación Provincial, Noelia Serrano, subrayó el compromiso de la Diputación de seguir trabajando cada segundo para una sociedad más igualitaria y a partir de la educación erradicar la violencia de género que afecta a las mujeres de forma permanente y constante. “La educación es la base fundamental para seguir avanzando en la sociedad y no nos van a amedrentar”, enfatizó Serrano.
