La joven refugiada salvadoreña que denunció por agresión sexual a un hombre de Miguelturra, que la contrató para limpiar en un chalé de su propiedad en el verano de 2022, ha mantenido su denuncia en el juicio en la sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
La víctima, que ya no vive en Ciudad Real, ha declarado protegida por un biombo de la mirada de su presunto agresor, S.E.R. La mujer, de 24 años (tenía 21 años cuando le pasó esto), ha contado lo mismo que relató en su día a la Guardia Civil y luego en el juzgado, según su abogada Luisa Fernanda Álvarez.
Que aquel verano se anunciaba para cuidar a niños o a personas mayores en una página en internet. Que el acusado contactó con ella para contratarla como limpiadora, y aunque no tenía experiencia accedió a hacerlo porque necesitaba dinero. Que aceptó el trabajo porque el empleador le ofreció pagarle diez euros por hora.
Pensó que estaba la mujer del acusado en el chalé
Que cuando fue al chalé (el presunto agresor la recogió en el centro de Ciudad Real) pensó en todo momento que estaba la mujer del acusado, y que una vez allí se vio en una encerrona en la que temió por vida. Que el acusado la agredió sexualmente hasta eyacular (los restos biológicos se han utilizado como prueba), que después le hizo que se duchara, la llevó a casa, y le metió cincuenta euros en el bolso. Ella pudo contactar con un amigo y en cuanto se libró del acusado llamó al 016 para víctima de violencia contra las mujeres y fue al hospital, como le aconsejaron, y después a denunciar.
El acusado, que está en prisión provisional desde septiembre del año 2022 (la Audiencia ha rechazado las peticiones de excarcelamiento de su letrado), ha declarado que contactó con la mujer para que hiciera limpieza tras una obra en la casa de campo, y que una vez allí fue ella la que le propuso tener sexo a cambio de dinero. El imputado no ha respondido a las preguntas de la acusación.
Consideran creíble la agresión sexual
El equipo psicosocial del Instituto de Medicina Legal de Ciudad Real, que ha emitido un informe de valoración del testimonio de la denunciante, principal prueba de cargo, lo considera creíble, “no magnífica ni se ven intereses ilegítimos”, han contado al tribunal.
“No hay dinero para resarcir el daño”
La fiscalía y la acusación particular que ejerce la denunciante han mantenido la acusación de agresión sexual, por la que piden diez años de cárcel aparte de una indemnización de cinco mil euros, “lo mínimo, mi representada solo quiere borrar esto de su vida, no hay dinero para resarcir el daño que ha sufrido”, ha asegurado la abogada.
El juicio ha quedado visto para sentencia este mismo lunes, en una sola jornada.