Ricardo Valle ya esta camino de Arabia Saudí para, a partir del 1 de enero, volver a vivir una nueva aventura. El médico de Villanueva de los Infantes se montará por tercer año consecutivo en un Todoterreno Tango como integrante de los servicios sanitarios del Rally Dakar, la prueba más dura y exigente del mundo de motor que tendrá una edición más al país árabe como escenario.
No solo tendrá esa misión de asistencia médica a los pilotos, sino que, como ya sabe por experiencia en estos años pasados, también tendrá que hacer más cosas en el Rally Dakar. «Vamos para hacer casi de todo, de enfermería, de atención y también aspectos de navegación y de ayuda de todo tipo», explica. Sin ir más lejos, cuenta cómo en ediciones pasadas tuvo también que ayudar en temas mecánicos, más todavía cuando los propios pilotos no podían hacerlo por la congelación de sus manos.
Profesional en la UVI Móvil de Puertollano y en el helicóptero de emergencia ubicado en la base de Almagro, Ricardo Valle compartirá por segundo año consecutivo ese Tango junto a otro médico de gran experiencia en el Rally Dakar como es Joaquim Terricabras. El infanteño señala que en esta edición tuvo la posibilidad de estar en un helicóptero sanitario, pero finalmente lo hará en ese Todoterreno, algo que prefiere: «Me permite conocer más el país, moverte de un lado a otro y realizar esas otras funciones que en el helicóptero no se hacen», apunta.

Con esa experiencia de las dos ediciones anteriores, Ricardo asegura que llega a este nuevo Rally Dakar «con más ganas todavía de disfrutarlo que antes». Eso sí, admite que será para él «un mayor reto», ya que esta vez no tendrá allí en Arabia Saudí la ayuda y el apoyo de Darío Rodríguez, el enfermero de Saceruela habitual en este última década en el Dakar y que no estará dentro de la organización por motivos familiares. «Él es un referente allí, soluciona todos los problemas», afirma.
Sobre la competición, el infanteño habla especialmente de Carlos Sainz, uno de los favoritos en la categoría de coches. «Parece que es el año en el que más ha podido probar el coche eléctrico y yo espero que haga un buen resultado», confía a la vez que reconoce el potencial también de Nasser Al-Attiyah, defensor del título y cuatro veces ganador.
En cualquier caso, Ricardo Valle recuerda que está «el otro Dakar». «Es ese en el que hay motoristas que van sin asistencias, que llegan al final de la etapa y se ponen a arreglar sus motos para dejarlas preparadas para el día siguiente. Casi ni duermen, ni descansan. Esa es la esencia del Dakar, los auténticos dakarianos». Esto y la competición élite, es lo que el sanitario quiere volver a vivir y a disfrutar una edición más en Arabia Saudí.