La reforma laboral, impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez y aprobada hace 10 días en el Congreso de los Diputados, ya está en marcha y los economistas están alerta para analizar sus efectos. Juan José Rubio reconoce que “tiene poco impacto macroeconómico”, pero “lo que hay que observar es si consigue reducir la temporalidad”.
El punto de mira está en el nuevo tipo de contrato, el fijo discontinuo, y si puede servir “para resolver los nichos de contratación precarios”. Ciudad Real, y en general toda España, tiene una tasa de temporalidad muy alta. El objetivo es mejorar la “calidad en el empleo”, pero habrá que ver, según señala el profesor de la UCLM, “cómo se pone en práctica”.
La economía española podría recuperar niveles prepandemia en 2023
La estabilidad en el empleo potencia el consumo y de ser así la reforma laboral puede favorecer a la economía española, que todavía no ha recuperado los niveles anteriores a la aparición del Covid-19. Es cierto que 2021 cerró con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) por debajo de la previsión del Gobierno, pero la recuperación fue “razonable”.
Desde su despacho en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real, Rubio explica que 2021 cerró con un incremento de un 5 por ciento y, “aunque las previsiones para el año que viene no son las que contemplaban los Presupuestos Generales del Estado, sí podemos mantener un crecimiento de en torno a ese 5 por ciento”.
A ese ritmo, “España podría recuperar el nivel de la economía prepandemia en torno a 2023, a finales”, advierte el profesor. Es el resultado de una evolución positiva por parte del consumo, reactivado “por el incremento del ahorro en la fase de pandemia”, pero de un crecimiento de la economía que, “aunque está siendo bueno, es desigual” según los sectores.
El turismo y el sector automovilístico no evolucionan bien
Tras el parón, hay sectores que empezaron a crecer “muy bien”, como son los servicios profesionales y la industria auxiliar relacionada con bienes inmuebles, pero Juan José Rubio señala que “hay que someter a escrutinio” otros que “están evolucionando relativamente mal”: el turismo y la industria automovilística.
La variante ómicron y la tercera ola truncaron las expectativas del turismo en Navidad, un sector que el año pasado no recuperó el volumen de visitantes perdidos. España recibió en los once primeros meses del año 28,2 millones de turistas extranjeros, 10 millones más que en 2020, pero solo el 72 por ciento de los del año anterior.
Por otra parte, la ruptura de las cadenas de suministro de semiconductores “ha reducido significativamente la producción de vehículos”. Hay que tener en cuenta que España es el segundo productor de automóviles de Europa y que la producción de semiconductores “está muy centralizada en tres países: China, Corea del Sur y Singapur”. Estos problemas de logística empiezan a tener solución.
Más exportación, menos paro y más productividad
Las que funcionan bien son las exportaciones, hasta recuperar niveles previos a la crisis, y el paro disminuye “de forma significativa”. La previsión para 2022, señala Juan José Rubio, “es que nos situemos en un paro del 14,2 por ciento”, una cifra incluso inferior a la de 2019, antes de la pandemia.
Otro aspecto a tener en cuenta es la productividad, que, a pesar de que sigue “baja” en comparación con otros países, aumenta. “La producción crece a un ritmo mayor que el empleo, lo que quiere decir que cada trabajador produce más cosas, algo que es bueno para la economía”, señala el profesor.
La inflación: el caballo de batalla de las pymes de Ciudad Real
En contraste, la inflación derivada del aumento del precio de la energía va a traer dificultades y este indicador económico es el que puede perjudicar más a la economía de la provincia. Juan José Rubio señala que “el problema que tenemos en Ciudad Real es que nos movemos en el ámbito de la pequeña y mediana empresa, por lo que los márgenes comerciales son bastante limitados”.
La inflación, por lo tanto, “les puede hacer mucho daño” a las empresas, porque, según añade el profesor, “no pueden asumir incrementos en los costes de producción y no tienen otra que repercutirlos vía precios”, lo que contribuirá a reducir la demanda.
Es el caso del sector agrario, “donde hay serios problemas de imputs”, es decir, de los elementos que intervienen en la producción de otros bienes, con la subida de la luz, la energía, los abonos y los piensos para el ganado. Para rematarlo, el sector de la leche, el aceite y el porcino están limitados porque los precios vienen determinados por las grandes empresas demandantes, “que los tienen congelados”.
Pero la inflación no tiene solo efecto en las empresas, sino en la población en general, por la pérdida de poder adquisitivo en las rentas salariales. Hay que tener en cuenta que si genera «una espiral de crecimiento en los precios de la economía en su conjunto» la inflación pasará de ser coyuntural a estructural.
Los fondos Next Generation, una esperanza en la medida que las administraciones se familiaricen con su gestión
Ahora bien, Rubio destaca que “Castilla-La Mancha ha caído menos que el resto del país” y, por lo tanto, “deberíamos aprovechar de alguna manera ese diferencial en la reducción del crecimiento para impulsarnos”, aunque de momento no está nada claro. El futuro es incierto.
Los sectores que tienen luz verde para los próximos meses son las consultorías, las empresas de gestión de fondos estructurales, las renovables y también el sector inmobiliario, “que podría pulsar al alza por el abaratamiento relativo de las hipotecas” que genera la inflación ante el mantenimiento de los tipos de interés bajos.
La gestión de los fondos europeos Next Generation genera buenas expectativas para reactivar la economía, aunque de momento la primera línea de financiación apenas “se ha ejecutado en un 10 por ciento en España”, es decir, la mayor parte de los fondos se han ido por dónde vinieron.
Con ánimo tranquilizador, Juan José Rubio señala que “está pasando en general en todos los países, por una razón, que son muy novedosos”. “Todo esto tiene un proceso burocrático y administrativo muy potente y hay que familiarizarse”, añade. Cree que en la medida que pasen los meses la dinámica va a hacer que “cojamos experiencia en la tramitación y se incremente la ejecución”. “Espero que sea así”, concluye.