El alcalde de Anchuras, Santiago Martín, asegura que la puesta en marcha de la “Ruta Literaria Enjambre”, cuyos detalles se cierran estos días de cara a su inauguración, es un proyecto “bonito y curioso que merecerá la pena”. Es más, Martín está convencido de que con su puesta en marcha podrán demostrar “que los territorios por muy alejados que estemos somos capaces de reinventarnos y que todos nos conozcan. Es lo más principal de este proyecto”, asegura en declaraciones a este digital.
La “Ruta Literaria Enjambre” está basada en la novela del escritor Rafael Cabanillas que le da nombre y es la segunda de la trilogía “En la raya del infinito” tras la “Ruta Quercus”, ubicada en Navas de Estena. Estas dos novelas, convertidas en itinerarios literarios, están situadas en los Montes de Toledo y se han revelado como un auténtico fenómeno cultural y económico para luchar contra esa España vacía y sin expectativas, a juzgar por el éxito cosechado por la “Ruta Quercus” cuyos pasos comenzará a andar la “Ruta Enjambre”, a partir del día sábado, 1 de abril.

Para el alcalde, Anchuras era ya conocida (para unos bien y para otros menos, señala en referencia a todo lo relacionado con el fallido campo de tiro que el Ministerio de Defensa quiso instalar en la zona hace más de 30 años), no así a los territorios que integran la ruta literaria, el interior de Anchuras, como el camino por el que transitaban algunos de los personajes –reales y ficticios- de la novela del escritor Cabanillas. “Me sorprende que mucha gente mayor me diga que quiere hacer el camino porque se acuerdan de cuando lo hacían para llevar el pan, por ejemplo. Creo, que son sensaciones que van a calar en la gente que venga a hacer esta ruta porque la van a compartir con personas que, en su día, hicieron estos caminos”, dice Martín.
Expectación en el pueblo
El primer edil anchureño reconoce que en el pueblo hay mucha expectación desde que se comenzó a trabajar en la ruta cuya puesta en funcionamiento “va a poner el listón bastante alto ya que es pionera tal y como está planteada”.
El alcalde se refiere a que este recorrido literario nace con afán de continuidad, es accesible, cuenta con código QR para invidentes -que podrán conocer el pasaje concreto a través de la voz del propio autor de la novela- y dispone de paneles y murales que harán que la aldea Enjambre se convierta en un museo al aire libre. “Es un proyecto muy novedoso y no tan sencillo en esta zona. Creo que vamos a dar un campanazo”, explica convencido del acierto de la iniciativa.
Además, Martín espera que con el resto de libros que integran la trilogía “En la raya del infinito”, situados todos en la misma zona de los Montes de Toledo, se pueda cerrar el círculo “ya que, si lo miramos bien, todos somos colindantes” en referencia a las novelas Quercus (Navas de Estena), Enjambre (Anchuras) y Valhondo (Robledo del Buey), ubicadas en el mismo territorio. “Tendremos que estudiarlo para darle continuidad en el futuro y sacar una rentabilidad para el territorio. Además, creo, que ese es el espíritu con el que Rafael los ha escrito, con el de dar vida a zonas que se creen ya muertas y no lo estamos para nada”, argumenta.
Una ruta de 12 kilómetros
La “Ruta Literaria Enjambre” tiene un recorrido de 12 kilómetros de longitud y se sitúa entre Anchuras y la aldea Enjambre (7 kms.), y ésta y Collado Piedralba (5 kms.), localizaciones en las que se desarrolla la novela de Cabanillas con la que pone en valor el territorio y “rinde homenaje a la gente de estas sierras, verdaderos héroes que luchan contra el abandono y la despoblación, sin perder jamás la dignidad”, tal y como se recoge en el díptico de la ruta que ya está preparado y al que ha tenido acceso este digital.
Situada en un rincón profundo y virgen de la Península Ibérica, concretamente en el extremo noroeste de la provincia de Ciudad Real, el vértice lindero con Toledo, Cáceres y Badajoz, la futura “Ruta Enjambre” está planteada para que se recorra en su totalidad o bien en parte; también a pie, en bicicleta, a caballo o a través de cualquier medio de locomoción.
Transcurre a través de un espacio natural único en el que se ponen en valor usos tradicionales, como el pastoreo y la fabricación de queso y miel y la riqueza cinegética –muy presente en la novela-, que se podrán contemplar en una serie de originales murales –como el que muestra la imagen que acompaña esta información- que estarán instalados en la aldea de Enjambre, como punto central de la ruta.
Ayuntamiento y Diputación Provincial
La iniciativa y la financiación de este proyecto, basado en la fuerza de un libro como elemento dinamizador de la economía, han corrido a cargo del Ayuntamiento de Anchuras, al que pertenece Enjambre, y la Diputación de Ciudad Real, cuyo presidente ha sido receptivo a esta iniciativa desde sus inicios y está previsto, incluso, que participe en la inauguración el próximo 1 de abril.
La ruta cuenta con la colaboración del propio Rafael Cabanillas como autor de “Enjambre”, novela editada por Cuarto Centenario que, también, ha colaborado en los diseños de los paneles y logotipos que aparecerán en la ruta, así como los dípticos. La ejecución es obra de “Senderismo a la Carta “(señalización de la ruta, paneles, balizas…) y las ilustraciones de los murales de “Colossus Studio”, inspiradas en la obra del dibujante alemán Karl Alexander Wilke y del italiano Duilio Cambellotti.
Un museo al aire libre
Paneles y murales contribuirán a que la aldea, a punto de desaparecer, se convierta en un museo al aire libre digno de ser conocido, demostrando que, más allá del lamento y del olvido, hay alternativas –en este caso gracias a un libro, a la imaginación, al amor al senderismo, el arte y a la naturaleza –, al fenómeno de la despoblación, según el autor de la obra.
El día de la inauguración de la ruta está previsto realizar el tramo senderista al lado de la sierra, desde Anchuras a Enjambre, acompañados por el escritor hasta llegar a la aldea donde se recorrerán sus calles y se darán a conocer los paneles y murales que representan pasajes de la novela.

“Me llama la gente de todos los sitios –dice el alcalde anchureño- preguntando si es necesario apuntarse a la ruta para el día de la inauguración, cuando es un acto abierto en el que, eso sí, tenemos que dar una buena impresión y estar a la altura”.
Para Cabanillas, hacer la ruta es, además, una magnífica excusa para continuar la visita, saltando el collado de Piedralba de gran valor paisajístico y geológico, por el impresionante valle del Gévalo, con Navaltoril y Piedraescrita, muy presentes en la novela, y el Parque Nacional de Cabañeros. También a la Siberia extremeña con el pantano del Cijara, que aparece reiteradamente en la obra literaria.
En Enjambre hubo 50 familias
En la aldea Enjambre vivieron cincuenta familias, con su cartero, sus huertas y colmenas, su maestra y su escuela, llenas de vida, pero en la que desde hace años ya solo viven dos familias.
“Pero para poner voz a ese grito resignado, mudo y silenciado, está la literatura, demostrando que la cultura, nuevamente, puede ser un arma ejemplar para luchar contra el éxodo de sus pobladores”, señala el escritor, “un acicate para el desarrollo que ayude a cortar la sangría, sacar del olvido, recolocar en el mapa, dar oxígeno y vida. El poder de un libro para llenar la España vacía”.