Sara Gutiérrez (Granada, 38 años) es la segunda mujer bombera que se incorpora a la plantilla del SCIS de Ciudad Real en casi cuarenta años de existencia y la única de treinta bomberos recién incorporados en la provincia, en su caso al parque de Valdepeñas.
Ha conseguido plaza ocho años después de empezar a opositar, los últimos seis compaginando trabajo y estudio en Valdepeñas, un esfuerzo enorme que comparte con su madre, Menchú Echeverría, “sin mi madre esto no hubiera sido posible. Es la única que me ha visto levantarme a las cinco de la mañana a estudiar y me ha ayudado económicamente para opositar”.
A Menchú, la aludida, le gustaría que ser bombera como su hija “deje de ser noticia”. Pero la realidad es tozuda. Desde María Luisa Cabañero, la primera bombera en España en 1987 en Puertollano, no ha habido otra en la plantilla provincial. 1987 es el año de nacimiento de Sara García y de creación del SCIS, también conocido como Emergencia 1006, casualidades por las que ha elegido Ciudad Real, aunque ha aprobado las oposiciones en más sitios.

“Todas podemos ser bomberas entrenando duro”
Bombera vocacional y con experiencia, “bueno, en este oficio cada día se aprende algo nuevo”, apostilla, insiste en que no hay pegas de acceso pese a la super masculinización de las plantillas. “Hay que entrenar muchísimo para estar a buen nivel de fuerza y resistencia, por lo demás, cualquier mujer de este planeta si entrena duro puede ser bombera”, asegura.
“María Luisa me deja un buen legado”
Su referente es María Luis Cabañero, hasta Sara y otra bombera interina en los últimos años, la única en el servicio. Claro que Cabañero está a punto de jubilarse, “da mucha pena que se vaya María Luisa, me deja un buen legado, y también se lo merece”.
De ejercer la profesión con la que soñó a los doce años afirma que es mejor que lo que cuentan, “no te imaginas lo que es cuando lo sueñas, es muchísimo mejor”.
Escuchándola no parece que se dedique a apagar incendios y rescatar a fallecidos o atrapados en accidentes de tráfico, alpinismo, inundaciones, cuando se le pregunta por esa parte es contundente, “sabes a lo que te expones, es nuestro oficio. Cuando trabajas no piensas en eso, actúas”.
Imposible recordar una experiencia positiva que destaque por encima de otras, “¡hemos ayudado a tanta gente!”, exclama. La pandemia fue dura. “En el apagón del lunes no tuvimos mucho trabajo; solo ayudamos a personas en ascensores y residencias”.

“Mis compañeros me tratan como una más”
Con su destino, Valdepeñas, y sus compañeros de parque está feliz. “Me llevo muy bien con todos, me cuidan, soy la niña. No he tenido ningún problema, me tratan como uno más”. Y en la decisión de quedarse en la provincia definitivamente en vez de volver a su tierra pesa que aquí conoció al amor de su vida, María Rosa., que la arropó junto a su madre en la toma de posesión oficial de la plaza el miércoles en el Palacio Provincial, sede de la Diputación.
l responsable del servicio, un acto en el que se hizo la entrega simbólica de los cascos de trabajo, “este es mi casco, el que uso desde que entré, aunque más limpio”, bromea. García no tenía referencias familiares cuando se planteó ser bombera, de niña, solo que “siempre he sido muy aventurera”.

De la oferta de 2022, con oposiciones en 2024
García ha conseguido plaza en el Servicio Contra Incendios y Salvamento de Ciudad Real, dependiente de la Diputación, dentro de la oferta pública de empleo de 2022 para suplir 30 vacantes por jubilaciones. La oposición en sí empezó en junio de 2024 y finalizó en otoño. El primer trimestre del año ha sido el de la formación obligatoria previa al ingreso al trabajo, de bombera. En su caso ya lo era, simultaneando las pruebas y el trabajo en el parque de Valdepeñas.
A esta oferta le seguirá la de 2023 de 36 plazas, que ya está aprobada, por el consorcio, a falta de la negociación de las bases
Las anteriores oposiciones a bombero en Ciudad Real fueron en 2022 (ofertas de empleo público de 2020 y 2021) entonces para cubrir 26 plazas, todo en un proceso de renovación de las plantillas de los nueve parques. Aunque oficialmente solo hay dos bomberas en la plantilla, hay otra mujer interina y a las últimas oposiciones se presentaron bastantes más de lo habitual. “Esperemos que no haya que esperar cuarenta años para incorporar a otra”, remata la madre de Sara.