A finales de septiembre del año pasado la Policía Nacional detuvo en Ciudad Real a M.J.L.R., un hombre de 58 años, con múltiples antecedentes, que huyó a toda velocidad en una furgoneta, después de saltarse la orden de alejamiento sobre su expareja y presentarse en su trabajo para convencerla de que se fuera con él.
Ella sufrió una crisis de ansiedad y sus compañeros avisaron a la policía, que logró detenerlo tras una persecución en la que el procesado puso en riesgo la seguridad del tráfico.
Vivieron un año en Tomelloso y Puertollano
De esta forma abrupta terminó la huida hacia adelante de M.J.L.R., un presunto maltratador al que esta misma mujer había denunciado cuatro meses antes, el 17 de junio por una brutal agresión en Tomelloso, la localidad en la que junto con Puertollano estuvieron conviviendo como pareja de hecho durante un año.
La fiscalía, que acaba de presentar escrito de calificación ante Audiencia de Ciudad Real para que abra juicio, lo acusa de quebrantamiento de condena, agresión sexual, descubrimiento y revelación de secretos (envió videos sexuales de la víctima a sus tres hijas de un matrimonio anterior, dos de ellas menores) y conducción temeraria. Todo entre el 17 de junio y el 28 de septiembre, el tiempo que siguió acosando a su expareja, sin que las fuerzas de seguridad lo detuvieran.
Ella volvió a verse con él
Tras la denuncia la mujer ingresó en la casa de acogida de Tomelloso (la localizó), de ahí fue trasladada a Cáceres (también la encontró), es más a finales de julio la convenció para volver a Ciudad Real, pese a la orden de alejamiento, en una clara situación de “sometimiento y control” de esta mujer por parte del acusado, según la fiscalía, y deja la segunda casa de acogida.
En el mes de agosto retomaron la relación, con encuentros sexuales esporádicos consentidos), que él aprovechó para grabarlos en video sin su consentimiento, que utilizó para chantajearla cuando le volvió a decir que rompían (se considera probado que se los envió a sus tres hijas, dos de ellas de 7 y 11 años).
A lo largo de ese mes ella accedió a acostarse con él en hoteles y pensiones de diferentes localidades, por el temor que le infundía y el miedo a la difusión de los videos, de ahí que la fiscalía considere estos episodios un delito continuado de agresión sexual.
Otro juicio por violencia de género
El acusado está en prisión preventiva desde el 1 de octubre del año pasado, ratificada el pasado 25 de mayo. Aparte de este sumario que se verá en la sección segunda de la Audiencia el año viene o a finales de este, el imputado tiene pendiente el juicio por malos tratos por la denuncia de junio en Tomelloso.