Los letrados de la administración de justicia, un cuerpo superior de esta administración a medio camino entre jueces, fiscales y funcionarios, han demostrado hoy en Ciudad Real que “la fe pública tiene su peso”, con un paro de dos horas que ha obligado a aplazar juicios y cancelar vistas entre las diez y las doce del mediodía.
La protesta la han secundado el 85% de los secretarios de los juzgados de la capital, incluidos los dos de la Audiencia Provincial, y el 80% en el resto de partidos judiciales, algo sin precedentes en este cuerpo judicial discreto, que reclama atención del Ministerio de Justicia como ya hicieron en marzo y junio de este año, al margen de las reclamaciones que tienen planteadas jueces y funcionarios.
Salarios acordes a su alta responsabilidad
¿Qué piden los secretarios?: “Que se adecúen nuestros salarios al trabajo y la alta responsabilidad que desempeñamos”, afirma María del Carmen Marcos, letrada de la administración de justicia en Ciudad Real y portavoz del colectivo en la concentración de este martes en la capital.
Menos sueldo que los funcionarios
Los secretarios se sienten “minusvalorados” por la administración y denuncian que pese a ser funcionarios del mismo nivel que jueces y fiscales (A1), y superar una oposición dura y exigente, cobran un 25% menos que los fiscales. “Un letrado de la administración de justicia recién incorporado a su primer destino cobra 1.700 euros, menos que los funcionarios más antiguos del mismo juzgado que tienen sueldos más altos por los trienios”, pone de ejemplo Marcos.
Desde 2009 con lo mismo
Esta reivindicación de los secretarios judiciales no es nueva. La primera vez que plantearon una revisión de salarios acorde a las nuevas responsabilidades que han ido asumiendo fue en 2009, en plena crisis económica. “La situación no era la más propicia y lo dejamos, luego nos ponían la excusa del déficit. Ya hemos tenido suficiente paciencia, esperamos al menos un gesto del ministerio tras la protesta de hoy”, remarca la letrada.
Todas las asociaciones de secretarios (hoy letrados de la administración de justicia), continuarán con las prostestas si al menos no consiguen abrir una vía de diálogo con el Gobierno.