El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) acaba de reconocer (20 de marzo) una responsabilidad patrimonial de 327.000 euros por mala praxis con un paciente de Ciudad Real, por una intervención quirúrgica en 2013 en el hospital.
El afectado, Ángel Cabezas Martín (ahora de 72 años) fue sometido a una craneotomía subtemporal izquierda en el verano de 2013, sin ser debidamente informado del riesgo (no firmó el consentimiento informado). Además se considera acreditado que el drenaje lumbar que se le colocó en la intervención y su posterior manejo en la UCI no fue el adecuado a sus padecimientos, por lo que sufre una parálisis reconocida como minusvalía del 85%.
Por todo ello, el propio Sescam admite que ha sufrido unos daños neurológicos irreversibles, que cuantifica en esa valoración económica.
El paciente se sometió a la cirugía el 20 de agosto de 2013, y recibió el alta el 8 de octubre de 2014, fecha en la fue traslado a una residencia asistida, ante la incapacidad de que su mujer pudiera asumir sus cuidados.
En ese centro estuvo recibiendo rehabilitación (hasta julio de 2014). Pero ninguno de esos cuidados le han permitido valerse por sí mismo, como antes de la intervención.
La familia, a través del abogado Miguel Ángel Carrillo, puso una reclamación patrimonial (se tramita por vía administrativa) en febrero de 2015 por importe 1,2 millones de euros. El Sescam respondió el mes pasado reconociendo su responsabilidad pero cuantificando los daños “con la baremación de una accidente de circulación. No estamos de acuerdo con la cantidad”, explica Carrillo, del bufete Acm Abogados SLP.
“Es un éxito que se nos reconozca por la vía administrativa la responsabilidad, y estamos satisfechos por eso, pero no con la valoración económica de la indemnización, por lo que vamos a interponer una demanda”, explica el letrado.
“El daño que ha sufrido ha sido muy grave”, añade. La familia, que ha tenido que esperar dos años para esta resolución, está dispuesta a esperar más.