Una de las procesiones más solemnes de la Semana Santa ciudarrealeña ha iniciado a las 21 horas en punto de este martes su estación de penitencia entre el silencio atronador de cientos de personas.
Con la noche ya oscurecida, la Hermandad de Nazarenos de Nuestro Señor Jesús de las Penas, que este año cumple su 25 aniversario, ha iniciado el desfile con el sonido de campana del muñidor (vestido con un traje de Cervantes) anunciado el camino de Jesús al Calvario junto al Cirineo que le ayuda con la cruz.
Tras la llamada a las puertas del convento de las Carmelitas, la salida del Nazareno, sin música ni cadencia de tambores, se ha vuelto a convertir en un momento de recogimiento, rezo y meditación.
Las maniobras de los 35 costaleros a medio agachar dirigidas por el capataz para salvar la puerta del monasterio, muy medidas y ajustadas al espacio, no han sido ovacionadas con aplausos, sino con la contemplación y la lectura de Lucas con las palabras de Jesús dirigidas a sus captores: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Vestidos con túnica roja y capillo negro, los penitentes que acompañan al paso que representa el camino hacia la redención, junto a otros símbolos que procesionan como los estandartes, o las bocinas, enmarcados en una capa de incienso y la música de cámara del trío de capilla (fagot, clarinete y oboe) han creado un ambiente que ha invitado a la reflexión de las decenas de personas presentes.
En medio, el Misterio de Jesús de las Penas que representa la V Estación del Vía Crucis, con una mirada de ternura y resignación, imponente sobre una esplendorosa cama de lirios morados, ha avanzado con pasos acompasados y siseantes sobre el suelo, una vez que ha avanzado por la plaza.
El paso ha lucido novedades en la canastilla de estilo barroco, en concreto el tallado del frontal trasero, obra de Alberto Fernández, y las imágenes en tamaño académico de Santo Tomás de Villanueva y San Juan de Ávila para las esquinas de la delantera del paso, obra de Jesús M. Romero.
Así, durante varias horas, hasta que se recoja a las 00 horas en el Convento de las Carmelitas, Nuestro Señor de las Penas ha dejado ejemplo otro año más del recorrido de la estación de penitencia de una cofradía de silencio y recogimiento.