Pasadas las 21.00 horas comenzó a sonar la música de Salvador Sobral y el silencio reinó en el patio de butacas, que entró en calor con las primeras estrofas del músico portugués, ganador de Eurovisión en 2017; plataforma que le sirvió para darse a conocer al mundo y que desde entonces, ha dejado aparcada para regresar al origen polifacético de su música.
Sobral llegó a las tablas del escenario del Teatro Quijano de Ciudad Real tras sendas actuaciones en Manchester y Londres y sorprendió al público en el arranque del concierto cantando ‘A la Mancha Manchega’, por la que recibió una cerrada ovación.
Sobre el escenario, el cantante ha estado arropado por Max Agnas al piano, André Rosinha al contrabajo, Bruno Pedroso a la batería y André Santos a la guitarra.
Todos ellos han tejido un concierto de jazz elegante, con tintes de fado portugués y aromas del jazz más negro, clásico.
Los asistentes han disfrutado de una interpretación que ha ido virando por diferentes estilos y que han servido para marcar el camino de un argumento propio con el sello de Sobral.