Solidaridad Manchega cierra este martes el XXIX Ciclo de Cine Solidario con la proyección de ‘Tigernut, la patria de las mujeres íntegras’, un documental de Andoni Monforte sobre el mercado de la chufa en África. El horchatero valenciano viajó hasta Burkina Faso, Níger y Mali para destapar una truculenta historia marcada por la corrupción, la estafa y unas deplorables condiciones de trabajo.
Llanos Rodríguez, colaboradora del documental y presidenta de la asociación CIM Burkina, cuenta que el documental tiene “una trama muy compleja”, donde se tocan además temas como “el feminismo, la resiliencia, el consumo responsable y el comercio justo”. “Es una historia muy potente que trata en definitiva del expolio en África”, cuenta Rodríguez, recién llegada a Ciudad Real para participar en las jornadas.
El documental vio la luz en 2017, pero ha estado inmerso durante seis años en un proceso penal, ya que una de las empresas españolas importadoras de chufa que se nombran se querelló contra el director. Eso no le ha impedido recorrerse media España a través de festivales a la película, que se puede visualizar de forma gratuita por Youtube desde febrero.
Un documental vivo que ha impulsado una cooperativa de mujeres

El público ciudarrealeño además tendrá la oportunidad de ver el documental actualizado, pues en todo este tiempo ha demostrado ser un trabajo audiovisual vivo. En la última edición ya aparece la cooperativa que han creado mujeres cultivadoras de chufa, que han salido de “la pobreza más descarnada”, a través de un proyecto financiado por CIM Burkina con diferentes subvenciones públicas.
Rodríguez afirma que ‘Tigernut’ (chufa en inglés) ha demostrado no solo su capacidad para denunciar y visibilizar una realidad, sino su poder para “dinamizar y desarrollar” el comercio de la chufa, con condiciones dignas para las trabajadoras en los principales países productores. Pues sí, pese a que la horchata valenciana es conocida en todo el mundo, gran parte de la que consumen los españoles procede de África, sobre todo la que no viene con el sello de Denominación de Origen.
El ciclo de cine mantiene un “público muy fiel”

La proyección del documental pondrá el broche a este ciclo de cine enmarcado en las actividades por el treinta aniversario de Solman y que ha incluido durante el mes de mayo la proyección de las películas ‘Yo capitan’ sobre el viaje a Europa de dos chicos de Senegal, ‘El tiempo del Amargedón’ que reflexiona sobre “el sueño americano”, y ‘Lulana, un yak en la escuela’ sobre un maestro que hace prácticas en Bután.
Alrededor de 250 personas han asistido a cada pase en el Teatro Quijano de Ciudad Real. “Tenemos un público muy fiel”, reconoce Lucio García, que ocupó durante 24 años la presidencia de Solman y que no ha dejado de colaborar con la asociación. Un año más, reconoce, los asistentes han conocido “realidades que superan la ficción” a través de películas que se escapan de los canales comerciales, pero que han sido muy premiadas.
Una exposición de fotografías y un cuaderno de trabajo

En el marco del 30 aniversario, Solman también pretende organizar en otoño una exposición de fotografías en la calle con información sobre todos los proyectos que ha realizado a lo largo de este tiempo, y además sacará a la luz “un cuaderno de trabajo sobre situaciones de aprendizaje sobre el mundo de la solidaridad y la cooperación”.
Recortes en cooperación al desarrollo

Sin duda, hace falta concienciación en la materia, sobre todo tras la reducción de las subvenciones públicas dirigidas a cooperación internacional. Así pues, Lucio García lamenta que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha haya pasado de dedicar “casi el 0,55 por ciento del presupuesto’ para cooperación al desarrollo en 2010, lo que eran 45 millones de euros, a tan solo “un 0,003 por ciento” en la actualidad, es decir, tan solo 3 millones de euros.
No ha sido la única Administración pública en recortar, pues el Ayuntamiento de Ciudad Real, señala García, “ha reducido un 30 por ciento el presupuesto para cooperación internacional en el último presupuesto”. Y todo ello pese a que la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcan en el horizonte llegar a dedicar el famoso 0,7 por ciento del presupuesto público.
La “crisis-estafa”, que es como llama Lucio García a la crisis financiera y económica de 2007, porque “afectó a los de siempre”, marcó el descenso de los presupuestos para cooperación al desarrollo. Mientras, en el mundo “casi 1.000 millones de personas viven en la extrema pobreza, pese a que hay alimento para el doble de la población mundial”. Ante esta situación, en Solman subrayan que “no queda otra que los ciudadanos nos impliquemos más en la construcción de un mundo más habitable para todos”.
Nuevos proyectos: escritura árabe y cocina étnica
Después de treinta años de trabajo, Lucio García señala que Solman “ha sido una oportunidad grandísima para hacer un planeta más habitable, a pesar de las limitaciones y de los errores”. Su frustración es que, en todo este tiempo, a pesar de los esfuerzos, “la brecha entre ricos y pobres, lejos de hacerse más pequeña, es más grande y más profunda”.
Solman, que en estos momentos desarrolla proyectos en Honduras, Salvador, Nicaragua y Togo, tiene en estos meses la mirada puesta en la Franja de Gaza, donde denuncia que “se está produciendo un auténtico genocidio, ya que se está matando a población civil de forma indiscriminada”. En Ciudad Real también tiene varios proyectos, como el de donación de libros. Entre ellos, hay clases de árabe para niños que lo hablan, pero no saben escribirlo, y uno nuevo sobre cocina étnica.