El 5 de agosto de 1974 abrió una de las tiendas con más historia y tradición de Ciudad Real capital y provincia: Terriza Menaje. Medio siglo ya en la calle Postas, justo a pocos metros de donde los hermanos Manuel y Julián Terriza Barrajón y su padre se instalaban todos los lunes y sábados para vender todo tipo de utensilios para el hogar.
Hasta ese año, la vida de ‘caldederos’ de los Terriza era nómada, de pueblo en pueblo vendiendo su ‘cacharrería’. La historia de la familia se remonta a finales del siglo XIX en Almagro, donde Julián Terriza, abuelo de los hermanos Manuel y Julián, comenzó un pequeño negocio de fabricación y reparación de utensilios de hierro y cinc. Desde entonces, la empresa ha experimentado una notable evolución, pasando de ser un taller artesanal a convertirse en una referencia en el sector del menaje para el hogar en la provincia.
Toda una vida
El padre de Manuel y Julián, también llamado Julián, cogió el testigo de su progenitor en los años 20, manteniendo viva la tradición de la calderería. Desde muy pequeños, Manuel y Julián comenzaron a colaborar en el taller, participando tanto en la fabricación, como en la venta de sartenes, ollas, calderas de cobre y otros utensilios domésticos. Era un trabajo arduo que implicaba largas jornadas en el taller y desplazamientos a diferentes pueblos de la provincia para vender los productos, inicialmente con sus carros tirados por burros y mulas, después por una bicicleta, hasta el importante salto al camión.
La empresa prosperó gracias al esfuerzo incesante de la familia, que supo adaptarse a los tiempos cambiantes. En la década de 1960, la sociedad española comenzó a experimentar un rápido desarrollo y los Terriza no se quedaron atrás. Decidieron modernizar su negocio, introduciendo nuevos productos que tuvieron una gran acogida entre las amas de casa. Además, la adquisición de un camión AVIA en los años 60 facilitó enormemente el transporte de mercancías, permitiendo a la empresa expandir su oferta y mejorar su servicio a los clientes.
Terriza Menaje en Ciudad Real
Con la retirada de Julián padre, los hermanos toman el negocio y afrontan la gran decisión de asentarse en Ciudad Real y abrir una tienda. Compraron el local de una antigua churrería en 1972 y dos años después abría sus puertas Terriza Menaje. Con este paso, la empresa dejó a un lado el que había sido su pilar, la fabricación artesanal de utensilios, para centrarse en la venta de una amplia gama de productos de menaje para el hogar y la hostelería. La tienda se surtió de primeras marcas nacionales y de lo mejor del resto del mundo y se convirtió rápidamente en un punto de referencia en la ciudad, conocida por su variada oferta de artículos de porcelana, cristal, plástico y metal.
En la tienda, conversando con Julián, con 78 años en la actualidad, recuerda lo duro que era esa vida de “feriante” en la que vendieron miles y miles de cacharros, “desde los primeros cubos de zinc hasta la vajilla más delicada”. Y asentarse en Ciudad Real era el paso lógico tras el desgaste de años de pueblo en pueblo.
La apertura fue un auténtico hito al ser una tienda única. Entonces las ferreterías vendían algo de menaje, pero no había antes, ni ahora, ninguna tienda tan especializada en todo lo referente al menaje y sus distintos ámbitos. En Terriza puede encontrar todos los productos de calidad que desee y si no lo tienen en ese momento, se lo consiguen.
Calidad
La premisa básica para los Terriza es la calidad. Paseando entre sus estanterías pueden verse vajillas o cuberterías que no pueden encontrarse en ningún otro establecimiento de la provincia e incluso de la región. “Los centros comerciales, por ejemplo, trabajan mirando el euro y no apuestan por productos de calidad como lo hacemos nosotros”, explica Julián Terriza abriendo los brazos sobre el muestrario de la tienda.
La realidad es que pocos son los matrimonios de Ciudad Real de las últimas décadas que en su ajuar no cuentan con alguna cristalería, cubertería o vajilla de La Cartuja o San Claudio de Terriza. En este sentido, recuerda Julián que hace años ellos tenían “listas de boda” para vestir la casa del nuevo matrimonio.
Además de la calidad, en la tienda siempre se ha apostado por innovar cuando ha sido posible. Así, rememoran como en la tienda se ha llegado a cocinar para enseñar a las amas de casa a usar la olla express, “porque no les cabía en la cabeza que en mucho menos tiempo las comidas estuvieran listas y teníamos que demostrárselo”.
Especialización como clave para prosperar
Para Julián la clave de estos cincuenta años ha sido la especialización. “Tenemos todo lo que un vecino, un restaurante, un hotel, o quien quiera pueda necesitar, y además, contamos siempre con los recambios de todo tipo”, explica Julián, quien considera que es la principal razón para que Terriza Menaje siga muy vivo, mientras que otros comercios históricos de Ciudad Real han ido cayendo poco a poco.
Del mismo modo, Julián, que destaca la profesionalidad y la seriedad como factor diferenciador, resalta que ha sido muy importante saber que la siguiente generación de la familia está implicada con el negocio, en este caso su hijo Juan Ángel.
Al respecto, Juan Ángel Terriza recuerda su niñez en la tienda, sus veranos correteando entre las estanterías intentando romper lo menos posible. Ahora su tarea es trabajar para que el negocio siga adelante y continúe avanzando generaciones. En esta línea, Terriza Menaje no se olvida de la importancia de las nuevas tecnologías y cuenta con una potente página web para vender sus productos por todo el país.
La gran familia Terriza tiene un gran pasado, un fuerte presente y un esperanzador futuro.