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Tras sumar tres victorias y un empate en las últimas jornadas de liga, el Manchego visitaba este domingo el siempre temible Salto del Caballo de Toledo, donde se buscaba una de esas grandes victorias, que sirven para espolear a un equipo cuando sabe que los deberes le quedan todavía por hacer.
Sin complejos y con ganas de reivindicarse ante un grande, ha viajado el Manchego este domingo hasta la capital autonómica.
Durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego se vio una máxima igualdad en el campo, con ocasiones con cierto peligro sobre todo en el área del Toledo. En el minuto 30, reclamaron los de Emilio Cornago un posible penalti sobre Tukiainen, que fue arrollado por Yelco Ramos cuando el finlandés parecía tener un remate claro contra la portería.
El árbitro, Samuel Carrasco, entendió que no era punible, obligando al partido a mantener el 0-0, con el que se marcharon ambos contendientes al descanso.
El fútbol desapareció en la segunda parte
La segunda mitad mantuvo la intensidad de los dos equipos. Los toledanos buscando el gol para achuchar la tabla y la lucha por el liderato; el Manchego remando para seguir puntuando en su lucha por confirmar la permanencia de forma matemática, sabiendo además que el arrastre del Illescas es ya una realidad.
Por momentos, el partido se fue rompiendo. Se perdió la cordura en la circulación de balón. Las oportunidades se fueron disipando en meros intentos que no causaron daño, aunque la sensación es que en cualquier momento podía llegar el gol en cualquiera de las áreas motivados más por los posibles errores que por los aciertos de los contendientes.
La tuvo clara el Toledo en el ecuador de la segunda mitad tras un disparo de Mancebo desde su casa; Sarr la dejó muerta en el punto de penalti. Llegó Thior antes que sus marcadores, pero el delantero toledano acabó empotrándola contra el portero desperdiciando la más clara de todo el partido.
Fue Toledo el que más insistió, inconformes con el punto que hasta entonces se estaban repartiendo los equipos. Movió Falcón el banquillo, dando salida a jugadores como Gavilán o Kofi en la línea ofensiva de su equipo, que a la postre sirvió para poco.
El encuentro se embarulló, acumulándose muchísimas faltas que trabaron todo lo que podía tejerse sobre el verde. Tuvo trabajo el colegiado, que pese a los intentos de pedir calma, veía cómo el otro fútbol se iba imponiendo a todo intento de que el fútbol champán triunfase sobre el Salto del Caballo.
Supo aguantar el Manchego las acometidas desperdigadas de los toledanos que lo intentaron con más corazón que cabeza y sin hacer daño sobre la meta de Sarr. Con el tiempo agotado, la sensación es que en la segunda parte se jugó poco y el fútbol fue el que menos protagonismo tuvo sobre el campo.
Finalmente, los equipos se repartieron los puntos, en una división de los tres que saben a poco, dado lo que estaba en juego en la tarde de este domingo toledano.