Dicen que puede que sean los profesores que te toquen, pero resulta que nunca se sintió especialmente atraído por las asignaturas científicas, hasta suspendía matemáticas y se sacó el Bachillerato de Artes, que cursó por su afición al cine como realizador de cortos, lo que no le facilitó, como sí lo hubiera hecho si hubiera realizado el de Ciencias, cuando quiso formarse en programación.
Desestimó finalmente esos estudios y ahora lleva, como Peter Parker con Spiderman o Clark Kent con Superman, doble vida. Trabaja en un supermercado como “reponedor, cajero, panadero” o lo que le “toque” ese día, con lo que lo mismo se pasa ocho horas descargando palés y cuando llega a casa se hace la comida, come, se “hincha” a café y se pone a crear inventos de superhéroes, igual un robot que te trae la mermelada que una pistola de rayos láser.
Con unos 5.400 seguidores en Twitter, más de 8.000 en la cuenta de Instagram en la que sube los proyectos y más de 7.700 en su canal de Youtube, ha desbancado al dentista que salía en primer lugar si buscabas en Google por el nombre de Tomás Castellanos. El joven ciudarrealeño, residente en Aranjuez, lo “ha petado” con sus recreaciones de complementos, gadgets y maravillas de los superhéroes, entre ellas la armadura de Iron Man y los brazos articulados del Doctor Octopus, lo que ha suscitado el interés de múltiples fans del universo de los cómics, así como de empresas y firmas, entre ellas la propia Marvel España que le ha invitado a los preestrenos de sus últimas películas como ‘Eternals’ y ‘Spiderman: No Way Home’.
También desde hace dos semanas está elaborando un curso de robótica online que empezará en febrero para la creación “low cost”, sin impresora 3D ni conocimientos previos y con pocos recursos del casco de Iron Man “motorizado” y que haga acciones como, por ejemplo, que “le digas ‘abre la máscara’ y suba la máscara del casco”.
Toda esta vertiente creativa, en la que aúna hobbies como “grabar vídeos, fabricar cosas” y la cultura de los superhéroes, comenzó cuando se propuso recrear la armadura de dos metros de Iron Man, siendo Tony Stark su personaje preferido del universo Marvel. Al también ciudarrealeño Guillermo Rodilla le encargó la impresión en 3D de las piezas para fabricar la armadura de Iron Man que, tras diez meses de corregir errores, imperfecciones y mucho lijar a mano cada fragmento con lo que los bíceps de su brazo derecho llegaron a duplicar en volumen a los del izquierdo, terminó de ensamblar y completar.
Multitud de medios de comunicación se hicieron eco de la creación de esta armadura con la que “puedes hablar, te responde, tiene hasta juegos, reproduce música, la radio, te pones el casco y tiene un interfaz virtual, te dice tu temperatura corporal, si tienes fiebre o no, la temperatura ambiental, la hora e incluso incluye un sensor que si mueves la nariz activa funciones”.
El exitoso resultado le animó a comprarse su propia impresora 3D para, en principio, “hacer cosas básicas como estructuras para los componentes o figuras pequeñas, pero, al final, le vas cogiendo el gustillo”, de manera que, aunque tuvo la impresora unos cuantos meses en el armario, no pudo resistirse a las opciones que da tener “un aparato que puede crear lo que sea” y, aprovechando el tiempo libre en casa a consecuencia de una baja laboral, volvió a conectarla y crear artificios con los conocimientos de electrónica y componentes ya adquiridos, siempre desde una formación autodidacta, con la elaboración de la armadura de Tony Stark.
Empezó con la recreación del robot que trae la mantequilla de la serie ‘Rick y Morty’, de la que también ha fabricado una eficaz pistola láser, y se hizo “súper viral” su creación de dos brazos articulados similares a los del Doctor Octopus, uno de los temibles villanos de la saga de Spiderman, con cuatro botones por cada dedo que pulsa en la parte interior de la mano para activar los motores de articulación de estas extensiones, a modo de tentáculos, que pueden incluso coger un huevo sin romperlo.
Las bombas del Duende Verde, archienemigo de Spiderman; el contenedor de gritos de Monstruos SA, que transporta la energía del ruido pudiendo con ella hasta cargar un teléfono móvil; o una de las trampas de la saga de terror ‘Saw’ están también entre las creaciones, que convierten en realidad lo que parece ficción, realizadas por este creativo manchego que ya está inmerso, entre sus futuros proyectos, en la fabricación del maletín que se transforma en armadura de Iron Man, empresa que “tiene telita” y en la que lleva trabajando dos meses.
Además, tiene previsto hacer una segunda versión de los brazos mecánicos del Doctor Octopus pero “con controles inalámbricos mediante unos guantes que permitan con cada dedo realizar los diferentes movimientos”, además de incorporar otros dos brazos para que ya sean cuatro los tentáculos o extensiones móviles.
Mucha gente se ha interesado por adquirir sus artificios como los brazos mecánicos, pero indica que, por ahora, son prototipos que hace por diversión, que luego desmonta y a los que les quita los componentes para “reutilizarlos y no tener que comprar más” para nuevos inventos. Incluso ha habido estudiantes de Ingeniería que le han pedido asesoramiento para hago similar a sus ingenios de cara a sus proyectos finales de carrera cuando él los ha creado de forma autodidacta.
También ha conseguido patrocinadores para su canal de Youtube que denominó ‘A nadie le importa’ porque, como “a nadie nunca” le había importado nada de lo que había hecho, creía que tampoco esto iba a despertar excesivo interés, pero, irónicamente, cuando “por primera vez” piensa que “a nadie le va a importar” los vídeos que iba a subir resulta que precisamente sí y mucho.
Maker que ha despertado la curiosidad e interés de muchas personas a partir del atractivo que genera el mundo de los superhéroes, Castellanos expone que trata de hacer lo que puede con los conocimientos que tiene a partir de artilugios e inventos que le gustan, los cuales puede que no sean del todo posible reproducir en la vida real pero sí lo más característico, lo cual intenta “igualar”.