Un desacertado Caserío cae ante un rival directo

El Balonmano Caserío pagó caro sus múltiples imprecisiones y pérdidas en ataque con la derrota en la matinal de este domingo en el Quijote Arena ante un rival directo como el Ikasa (20-21). El rival tampoco es que estuviera muy acertado y la defensa del cuadro de Ciudad Real estuvo firme, pero el ataque se atascó mucho hasta el punto de no pasar de los 20 goles. Eso mermó al cuadro de Santi Urdiales, que pese a todo llegó con claras opciones de victoria al final del duelo, en donde nuevamente varias acciones fallidas para ponerse por delante le castigaron. Con esta segunda derrota consecutiva, tras la sufrida la semana pasada en Bolaños, el Caserío baja al sexto puesto de la tabla con ocho puntos, a tres de los bolañegos y del propio Ikasa, que comandan la clasificación.

De inicio las defensas se impusieron a los ataques, en unos primeros minutos de igualdad en el electrónico. Fue el Caserío el que cogió pronto el mando en el marcador, adquiriendo una máxima de dos goles (5-3 y 6-4). Bien defendía el cuadro de Santi Urdiales, dejando a su rival en solo cuatro goles al minuto 15.

Pero a partir del cuarto de hora cambió el guión por completo. Llegó un claro bajón local, patente en varias imprecisiones claras en sus ataques y pérdidas de balón. Lo aprovechó el Ikasa para anotar con más facilidad y endosar un parcial favorable, que le dejó con un 8-10 (min. 20) pese a los buenos goles de Raúl Blanco desde el extremo.

Pudo reaccionar levemente el Caserío para igualar a diez, con tantos de Diego Reyes y Fran Vidal (min. 24). Pero volvieron los errores locales en el tramo final, que no perdonó un Ikasa para marcharse ganando al descanso con un resultado de 11-14.

Mejoró en el arranque de la segunda parte la ofensiva del Caserío, que logró al menos situarse a un gol del rival. Pero no lograban los ciudarrealeños esa regularidad para la remontada. El Ikasa se mantenía firme para volver a recuperar pronto los tres goles de ventaja (14-17, min. 7).

Al fin unos minutos de desaciertos del rival y buenas paradas de Miguel Bravo, junto a goles locales pese a varias pérdidas, permitió al Caserío por fin empatar el partido (18-18, min. 15). Todo estaba abierto y quedaba ya el último cuarto de hora.

Tuvo Raúl Blanco la posibilidad de poner a los ciudarrealeños por delante después de mucho tiempo, pero mandó el balón al larguero en un siete metros. Después Fran Vidal estrelló otro balón al poste con 20-20 quedando poco más de cinco minutos.

Fueron claros ejemplos de un partido lleno de errores en ambos y de tensión en su desenlace. Con 20-21 para el Ikasa y en superioridad numérica el Caserío, el meta madrileño sacó un claro lanzamiento de Marcos Braga a falta de un minuto. El rival mantuvo la posesión hasta el pitido final, con la permisibilidad de los colegiados, y se llevó los dos puntos, dejando la segunda derrota consecutiva para los de Ciudad Real.