Dibujante, mago, director de teatro, actor, escenógrafo e inventor de artefactos, así como productor, realizador y distribuidor de más de medio millar de films, el genial Georges Méliès fue uno de los pioneros del cine, innovó y es uno de los referentes que siguen fascinando más de un siglo después.
La creatividad de este hijo de un empresario del calzado que decidió orientar su energía hacia el ilusionismo y las artes escénicas, en un primer momento, y el cine más tarde dan para mucho, como se refleja en los doscientos metros cuadrados de la exposición ‘Empieza el espectáculo. Georges Méliès y el cine de 1900’, inaugurada este miércoles en el Paseo central de los Jardines del Torreón por la alcaldesa, Eva María Masías, y el director de CaixaBank en Ciudad Real, José Manuel García Cáceres, acompañados de la delegada de la Fundación la Caixa en la región, Rosa Gómez.
Hasta el 15 de diciembre y en unas instalaciones con el halo de la fantasía circense y del ilusionismo, se puede presenciar esta didáctica, a la par que fascinante, muestra que describe la trayectoria de un precursor que pronto se percató de las posibilidades que proporcionaba el cine para llegar a un público masivo, multiplicando el alcance de la creatividad en los escenarios de los teatros.
Cuando el cine era únicamente documental, fue el encargado de introducir el sueño y la ficción haciendo de este medio un espectáculo popular, comentaron en la apertura de una exposición que cuenta con proyecciones de varias películas de Méliès, incluido el metraje entero de la mítica ‘Viaje a la Luna’, representaciones en maquetas de las primeras cámaras e incluso del estudio donde trabajaba el realizador francés protagonista del homenaje, otras películas del momento para percibir cómo era la ciencia ficción y el desenlace final de las peripecias vitales de un autor que, tras arruinarse, terminó primero encargándose de una juguetería y luego residiendo en un castillo.
Adriana Sabariego, monitora responsable de esta exposición que llega a Ciudad Real tras su exitoso paso por Zamora, ofreció una primera visita guiada a los asistentes en la jornada inaugural de la muestra que comienza describiendo cómo era la sociedad de finales del siglo XIX con grandes avances tecnológicos; el ‘boom’ en el ámbito del ocio del ilusionismo; la adquisición por parte de Méliès del teatro de Robert-Houdin, considerado padre de la magia moderna; y su apuesta por un nuevo arte en el que incorporó el guión, los actores, la iluminación y los decorados, creando su propia productora, Star Film, y el primer estudio de cine en Europa, en la ciudad de Montreuil.
Ocio, cultura, investigación y educación confluyen, destacaron Masías y Gómez, en esta exposición sobre un virtuoso autor, pionero también en el cine de terror, que ha sido referente de múltiples autores, de Walt Disney a Stanley Kubrick, a lo largo de la historia del cine y que, liderando muchos desarrollos técnicos y narrativos, empleó en su producción efectos ópticos, pirotecnia, desplegables horizontales y verticales, paradas de cámara, fundidos encadenados, sobreimpresiones y efectos de montaje y color.