El ciudarrealeño José González Barragán (5-1-1997) es el nuevo campeón de España sub-23 en los 100 metros lisos. El velocista del equipo Proacir-Twinner conquistó este título el pasado sábado en Tarragona, en donde dio la sorpresa, incluso para él mismo, con un triunfo que le supo a gloria, más todavía después de una temporada muy complicada por una lesión en el pie que le mermó desde noviembre. «Fue increíble, una gran emoción y en la meta cuando gané me salió todo: grité, lloré… Ha sido una temporada difícil», relata para Lanzadigital poco antes de entrenar en la pista del Estadio Rey Juan Carlos de la capital, a las órdenes del técnico Diego Méndez.
José González había conseguido en años anteriores medallas de bronce en sub-23 y una plata júnior en campeonatos de España. También un oro, pero por equipos. Nunca se había proclamado campeón individual y en este Nacional en pista al aire libre de Tarragona ni mucho menos pensaba en que podría llegar ese primer oro. «Llegaba solo con el objetivo de meterme en la final», recuerda, consciente de que en la lista de participantes tenía la undécima mejor marca, lejos de la posibilidad de un podio.
En su eliminatoria previa el atleta de Ciudad Real fue primero de su serie con 10.85, «más o menos una marca que venía realizando», apunta. Luego en semifinales firmó un tiempo de 10.58, su mejor de la temporada rebajándolo en 20 décimas y que le condujo hacia la final. «Ahí me ví con opciones de poder hacer algo y luchar por la medalla». Y en esa final un 10.60 le sirvió para coronarse por vez primera campeón de España en el 100 lisos. «Salí primero y Alberto Calero (atleta de Cuenca) segundo. Faltando 20 metros ví que podía ganar y ya dí todo hasta el final», explica José González, que reitera la emoción que le entró tras cruzar primero la línea de meta. Lo hizo con una centésima menos que Calero y dos menos que el tercero, Ricardo Sánchez, en una prueba del hectómetro de máxima igualdad.
Ese título de campeón no permite al velocista ciudarrealeño estar la próxima semana en el Campeonato de Europa sub-23, ya que no ha hecho la mínima necesaria (10.48) y tampoco la selección española lleva un relevo masculino del 4×100 por criterios técnicos. Así, el ya internacional José González se queda con la miel en los labios de poder defender a España en tierras suecas, pero con la inmensa alegría de un primer título de campeón y una primera medalla de oro individual en su palmarés. Un oro muy sufrido, y muy merecido.