El profesor de Geografía Física de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Rafael Ubaldo Gosálvez Rey, ha pedido que los terrenos del Parque Forestal de La Atalaya de Ciudad Real, que han salido a subasta, pasen a ser de titularidad pública para garantizar su conservación.
La Atalaya, según ha declarado el profesor Gosálvez Rey constituye una isla biogeográfica de gran interés ambiental, con poblaciones de invertebrados, anfibios, reptiles, aves y mamíferos protegidas, y en la que encuentran refugio ocasional algunos ejemplares de lince ibérico, como ha constatado el programa Iberlince en sus proyectos de radioseguimiento.
Gosálvez ha recordado que el Ayuntamiento de Ciudad Real ha manifestado su intención optar a la compra de 400 hectáreas de fincas rústicas del Parque Forestal de la Atalaya, que son propiedad de El Reino de Don Quijote, y que se venden para hacer frente al concurso de acreedores que gestiona el juzgado de Primera Instancia Número 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real, si bien, en los últimos días también han presentado también oferta dos empresas privadas.
A su juicio, el titular de este juzgado debe de optar “entre la especulación que seguramente promueven los dos empresarios que se han presentado a la oferta y el interés público, social y medioambiental que inspira al gobierno municipal”.
En cualquier caso, ha recordado que La Atalaya es un espacio de gran diversidad botánica como lo demostró en su día el profesor de agrónomos de la UCLM Juan Campos Gallego en su libro “Las flores de la Atalaya” o Luis de Pablos Alcázar con su obra “Las plantas silvestres de Ciudad Real (La Atalaya)”, en donde cataloga más de 350 especies florísticas.
Tampoco se puede olvidar, ha señalado, el gran interés paisajístico de este espacio, tratándose de un enclave de gran potencialidad visual desde el cual puede observarse el valle del Guadiana y las sierras que lo flanquean, numerosos edificios volcánicos, el embalse del Vicario y el casco urbano de Ciudad Real.
Al interés puramente ecológico, se une el histórico y el sentimental para la población de Ciudad Real, que siempre lo ha utilizado como lugar de esparcimiento y recreo, constituyendo un auténtico pulmón verde para la ciudad y un espacio clave para combatir desde lo local el cambio climático.
En cuanto a su interés histórico se encuentra el hecho de haber sido desde 1255 la “central térmica” de Ciudad Real como proveedora de leñas, carbón y picón, y por ello un espacio de conflicto frecuente entre los “villarrealeños” y los calatravos que competían por el control de este espacio, además de por la presencia de una torre de vigilancia de origen árabe.
El profesor Gosálvez ha señalado que este espacio natural está protegido urbanísticamente en la normativa vigente en la ciudad, al estar clasificado como ‘suelo no urbanizable de protección especial’ con la categoría de masas forestales y monte autóctono y, por lo tanto, se trata de un terreno no apto para el desarrollo urbano, condición que habrá que explicar a los empresarios que han pujado para hacerse con la propiedad.
Gosálvez Rey indica que este espacio cumple con las condiciones para ser declarado espacio natural protegido en el marco de la Ley de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha, para su incorporación en la Red de Áreas Protegidas de la comunidad autónoma en la categoría de Paraje Natural, atendiendo al artículo 47 de esta norma.
Según este artículo de la ley, un Paraje Natural es un espacio que, en razón a su interés ecológico, paisajístico o recreativo, es preciso adoptar disposiciones especiales de protección de sus recursos naturales de forma compatible con el ejercicio ordenado de las actividades tradicionales y del uso público no consuntivo del medio natural.
Y se ha puesto a disposición del Ayuntamiento, de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y del propio Juez Carmelo Ordoñez para que este espacio pase a ser de titularidad pública, se declare Paraje Natural a nivel regional y se redacte un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y un Plan Rector de Uso y Gestión.
Finalmente, ha comentado que no duda que serían numerosos profesores de la universidad regional que haría lo propio si se les reclama, tanto del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, como de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Ciudad Real.