Toñi Moreno, natural de Malagón y de 39 años de edad, es la primera mujer conductora de autobuses urbanos en Ciudad Real capital, sin salir de lo que es el área metropolitana (antes otra mujer ya condujo un autobús que llegaba hasta la pedanía de Las Casas, mientras que otra llevaba un autobús desde Ciudad Real hasta el Aeropuerto). Confiesa sentirse muy orgullosa de sí misma por haber conseguido lo que para ella era un sueño que perseguía desde hace tiempo. “Siempre me ha gustado conducir los coches grandes. Y aunque no me pude sacar el carné cuando quise, pues lo hice pasado el tiempo, estoy muy contenta de poder conducir un autobús”.
Lanza ha querido conocer de primera mano como es un día de trabajo de esta conductora. Para tal fin, la hemos acompañado durante uno de sus trayectos en la línea 2, de aproximadamente unos 40 minutos de duración.
“Estoy muy contenta con este trabajo. Bien es cierto que los primeros días me costó acostumbrarme a la línea en sí, pues tenía que concocer las paradas y demás aspectos. Aunque mis compañeros me echaron una mano, cosa que es de agradecer”.
En su día a día destaca la buena relación que mantiene con todos sus compañeros, así como el trato recibido por parte de los usuarios que se suben en este medio de transporte. “Algunos, cuando me ven por primera vez, se asombran, pues no es lo habitual ver a una mujer conduciendo en autobús. Pero la gran mayoría se alegran y me dan la enhorabuena”.
Toñi es consciente de que con su trabajo, y dándole visibilidad al mismo, está rompiendo algunos techos de cristal, pues tradicionalmente este oficio ha estado desempeñado por hombres, a pesar de que las mujeres están igual de capacitadas para poder realizarlo. Pero aclara que “se trata de un trabajo que te tiene que gustar mucho. Y es que todo el mundo está dispuesto a pasar muchas horas conduciendo”.
Esta profesional, que se siente orgullosa de ser mujer, explica que desde pequeña siempre le han gustado mucho los juguetes a los que tradicionalmente jugaban los niños. También reconoce que afortunadamente los tiempos han cambiado, al indicar “hoy en día las empresas contratan también a las mujeres para trabajar, teniendo los mismos derechos que los hombres”.
Toñi explica que a pesar de que siempre le ha gustado conducir vehículos de grandes dimensiones, no fue hasta el año 2017 cuando se sacó el carné de conducir, aunque el CAP (curso inicial de Transporte de Viajeros) lo terminó en 2018. “En el año 2019 empecé a trabajar en una empresa de transporte escolar, aunque luego llegó el COVID para posteriormente volver a trabajar dentro del transporte escolar”.
Cada semana Toñi comienza su jornada a las 14:52 horas desde la parada de autobús que hay en el Hospital General Universitario de Ciudad Real y la termina a las 0.12 horas en la estación del AVE, turnándose con un compañero que hace las mañanas.
El hecho de conducir todos los días por la misma línea ha hecho que entre esta conductora y algunos de los viajeros se cree un vínculo muy especial, a pesar de que aún no se pueden ver las caras debido a las mascarillas. “Hay una usuaria que se sube y me dice que se va a sentar a mi lado. Se monta en la Puerta de Toledo y se viene hasta el Hospital, quedándose a la vuelta en su casa. Y lo hace simplemente por venirse conmigo”.
“Mi familia también están muy satisfechos con mi trabajo. De hecho, tengo un niño y una niña y están muy contentos de que su madre conduzca un autobús”, dice con orgullo esta profesional que durante el trayecto se cruza con algunos de sus compañeros de trabajo, a los que saluda amablemente, con total normalidad.
Los usuarios “muy contentos y satisfechos”
Antonio, un viajero del autobús urbano de Ciudad Real indica que ya ha realizado varios viajes teniendo a Toñi como conductora “y no he tenido ningún problema”. En este sentido señala que, dado que las mujeres son iguales que los hombres, “también pueden conducir los autobuses igual que conducen los coches”.
Considera, a su vez, que dentro de este oficio “debería haber más mujeres” pues “se ha demostrado que pueden realizar el mismo trabajo”.
Emilia, que es otra usuaria de la línea 2 de autobuses urbanos de Ciudad Real, se muestra “muy satisfecha” de que una mujer pueda conducir un autobús. “Me parece muy bien, por la sencilla razón de que una mujer está igual de capacitada que un hombre para llevar un autobús. De hecho, las mujeres ya conducen los tractores en el campo y lo hacen perfectamente”.
Asimismo destaca el hecho de que poco a poco “se vayan dando pasos”, pues “las mujeres tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones que los hombres. Por tanto, nuestro comportamiento tiene que ser el mismo. Cuando he subido al autobús y la he visto por primera vez me he llevado una gran alegría. Son pequeños pasitos que vamos dando las mujeres. Ahora falta que llegue el momento de que lo veamos todo completamente normal, que es como tiene que ser”.
Otro viajero, también llamado Antonio, que es usuario habitual de la línea 2, ve bien que una mujer conduzca un autobús, igual que “ya conducen camiones, tractores y todo lo que haga falta”. Por este motivo considera que este hecho debería verse con total normalidad.
Una vez concluido el trayecto, y a eso de las siete de la tarde, nos bajamos del autobús. Durante el recorrido hemos podido comprobar como Toñi disfruta mucho con su trabajo. Se notan sus ganas por agradar y por realizar su oficio de una manera muy profesional y eficiente. No en vano siempre procura dar la bienvenida a los usuarios de una manera correcta y educada, no dudando en ayudarles si es menester. Sería una buena noticia que dentro de poco tiempo los viajeros pudiesen encontrar más conductoras de autobuses en las líneas urbanas de Ciudad Real.