El 21 de julio de 2023, de madrugada, la Policía Nacional intervino por la caída al vacío desde un cuarto piso de la calle Alarcos de Ciudad Real de un hombre en extrañas circunstancias. El lesionado sobrevivió y a la policía le pareció que no había sido ni una tentativa de suicidio, ni un accidente, sino más bien un ajuste de cuentas, y abrió una investigación, centrada en una de las personas que estaban en la vivienda, C.F.V.M., un hombre de 35 años con antecedentes por robo y violencia de género.
En menos de un mes, y con intervenciones telefónicas, la policía empezó a sospechar que tanto este hombre como su pareja, A.M.B.C. (también con antecedentes) se dedicaban al tráfico de drogas, sobre todo cocaína en ese piso de la calle Alarcos.
46 gramos de cocaína pura, hachís y dinero
Con esas escuchas en las que hablan de dinero, compradores y clientes, la policía abre otra investigación por tráfico de drogas, bajo supervisión de otro juzgado, consiguen una orden de registro y el 11 de agosto entran en el piso y encuentran más de 46 gramos de cocaína de una pureza superior al 95% (34,1 g del 95.26% de pureza y 12,18 g del 95.26%); 2,36 gramos de resina de hachís, 28,08 gramos de resina de hachís, dos básculas de precisión, bolsas de plástico monodosis, una libreta con anotaciones de clientes, precios, deudas y pesajes de sustancias, además de seis teléfonos móviles y 600,10 euros. El precio de la droga intervenida supera los 14.000 euros.
La mujer estaba en el piso el día del registro
La policía encuentra al acusado, a su pareja y a la hija de ocho meses de ambos en ese piso, que consideran su vivienda habitual. Detiene a los adultos y entregan a la bebé a los padres de la acusada. Al poco de su detención C.F.V.M. ingresa en prisión provisional y su pareja quedad en libertad, aunque también se la acusa de narcotráfico.
El piso era una especie de ‘narcosala’ para consumo en grupo
Un año y medio después de aquello la pareja ha compartido banquillo en el juicio que se ha celebrado este lunes ante la sección primera de la Audiencia Provincial. Ambos se declaran inocentes. Él ha contado que estaba enganchado a la cocaína y la heroína, y que ese piso era una especie de narcosala a la que iban sus amigos a colocarse.
De la presencia de su pareja asegura que no vivía allí, sino en otra casa con la hija de ambos, pero que lo visitaba con frecuencia para que viera a la niña (dada su adicción no dejaba a la pequeña a solas con él). Ha admitido que su adicción le impedía desde trabajar hasta salir a la calle a pillar ,y que el consumo se lo pagaban sus padres y su pareja.
“Declaré bajo coacciones”
A.M.B.C. por su parte ha testificado que consume cocaína de forma esporádica, que el día de la detención estaba de visita, y que la policía la presionó de tal manera, amenazándola con la cárcel y que no vería a su hija, que incriminó a su pareja, pero que lo que contó no es cierto.
“No recuerdo lo que declaré, me presionaron para que declarara contra mi pareja; todo lo que dije fue bajo coacciones”, ha insistido a preguntas del fiscal y su defensa, después de escuchar el testimonio de los policías que han participado en la investigación.
Relación de dependencia
Los policías han contado que la mujer tiene una relación de dependencia con el acusado, al que denuncia por violencia de género, se aparta un tiempo, pero vuelve a reanudar la convivencia. El acusado por su parte dice que todos los problemas de pareja que han tenido ha sido por su adicción a las drogas y ella también lo corrobora.
La fiscalía sin embargo no se cree esta última declaración, sino su primer testimonio en la comisaría de Ciudad Real en el que contó que el acusado vivía del tráfico de drogas y utilizaba dos viviendas para el trapicheo.

Las defensas piden la nulidad de las escuchas y la declaración
Las defensas por su parte solicitan la nulidad de las actuaciones. Entienden que la Policía Nacional no informó a su debido tiempo al juzgado que instruyó la investigación por tráfico de drogas, en un proceso distinto al del intento de homicidio. También han pedido la nulidad del primer testimonio de la acusada porque entienden que no se la informó de su derecho a no declarar contra su pareja.
Más de 4 años de cárcel para ambos
La fiscalía pide cuatro años y medio de cárcel para C.F.V.M., un año menos de lo que solicitaba al principio, al entender que en su caso cabe aplicar la atenuante de drogadicción, por tráfico de drogas. Para la mujer la solicitud de condena es de cuatro años y tres meses.