Como una caña “bien tirá”, la limoná tiene que estar “bien jarreá” para que se oxigene el vino y quede más suave. Éste es uno de los secretos de una de las bebidas manchegas más presentes en las fiestas, a juicio de Rafael Jurado, tío del Pandorgo 2019, Julio Santiago Sánchez Higuera, quien ofreció la tradicional ‘convidá’ en el antiguo Casino.
600 litros de vino, 48 kilos de azúcar y 40 de limones se emplearon en la elaboración de la limoná con la que el Pandorgo invitó a todos los ciudarrealeños y visitantes que se sumaron a celebrar una fiesta en la que el calor situó en lo más alto de las preferencias el ánimo de refrescarse. La alcaldesa, Pilar Zamora, y el Pandorgo removieron con unas grandes palas de madera, casi como remos, la limoná preparada en una bañera por unos cuarenta familiares y amigos de Sánchez Higuera antes de proceder a repartirla, junto al ‘puñao’ de vasitos de garbanzos tostados, a las numerosas personas que guardaron fila ante las balaustradas de la terraza del antiguo Casino.
“Con cariño, amor y sin prisas”, hay que hacer la limoná, que para la convidá se comenzó a preparar a las 16 horas. Hay que rallar los limones, sacar el zumo y disolver bien el azúcar, así como añadir en el momento justo el hielo para que quede en su punto justo, fresquita pero no aguada, comentó Jurado, que resaltó la pasión por impulsar las tradiciones de su sobrino, el Pandorgo más joven.
Unos 80 kilos de garbanzos tostados se ofrecieron junto la limoná en cuyo reparto participaron la propia alcaldesa y la concejal de Promoción Turística, Festejos y Tradiciones Populares, Eva María Masías.