La asociación “Humanismo y Memoria Democrática”, de reciente constitución en Ciudad Real, estudia solicitar la declaración de “lugar de memoria democrática” para el cementerio de la capital al amparo de la Ley de Memoria Democrática aprobada en octubre de 2022, según ha confirmado su presidente, José Roselló.
“Humanismo y Memoria Democrática” es una nueva asociación abierta y de carácter altruista que promueve el humanismo de la cultura clásica y nace comprometida con la promoción de la cultura democrática, la convivencia, la igualdad entre hombres y mujeres y los derechos humanos, según se recoge en el manifiesto fundacional.
Presidida por José Roselló López, uno de sus promotores, junto a Julia García Arroyo (funcionaria de la Administración de Justicia y vicepresidenta) y Ramón Hervás Casado (funcionario y docente y secretario), esta asociación parte de que el humanismo actual que impulsó la Declaración Universal de los Derecho Humanos (1948) se apoya en el desarrollo ético de las ciencias humanas y sociales con su carácter libre de fanatismos, prácticas discriminatorias, racismo y otros prejuicios que deterioran la convivencia.
Asume los principios del Derecho Internacional Humanitario como son la verdad, justicia y reparación, para cimentar una memoria democrática compartida que, además de superar las heridas causadas, sean soporte de cultura democrática en sintonía con la Constitución Española y la Ley de Memoria Democrática.
Difundir los trabajos de investigación
En este sentido, Roselló explica a este digital que entre sus objetivos se encuentra difundir los trabajos académicos de investigación, libros, tesis, doctorados, etc. que han realizado tanto la Universidad de Castilla-La Manca (UCLM) como la Universidad de Educación a Distancia (UNED) sobre memoria democrática para que la ciudadanía tenga conocimiento de ellos.
La web www.humanismoymemoriademocratica.es , impulsada por esta asociación que componen 25 miembros, busca ser ese espacio de enlace entre la ciudadanía y las diferentes líneas de investigación que se han llevado a cabo o están en marcha. “A nosotros nos gustaría que todas las humanidades tuvieran un lugar donde expresarse y para ello ofrecemos este espacio a las diferentes disciplinas que, aunque entendemos que puede ser utópico, hay que seguir intentándolo”, aclara Roselló.
El presidente de “Humanismo y Memoria Democrática” asegura que muchos de los socios demandan la exhumación de las víctimas de la dictadura que todavía están en fosas sin identificar. En este sentido, recuerda que solo en la provincia de Ciudad Real están contabilizadas 3.939 de las que 3.500 “siguen aún en las cunetas” y pone en valor los trabajos de exhumación que, recientemente, se han llevado a cabo en Almagro y Manzanares.
“Pero -señala- lo que es totalmente inhumano es que a estas alturas del siglo XXI tengamos todavía la realidad de las fosas comunes. No puede ser. Tenemos que solucionar este problema” para el que hubo consenso en su momento y contó con la recomendación de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, tal y como está recogido en la web de la asociación.
Elemento de reconciliación
Para Roselló, la lectura de la Ley de Memoria Democrática, aprobada hace dos años, es “un elemento de reconciliación” que, entre otros aspectos, contempla la definición de los “lugares de memoria democrática”, una declaración que esta nueva asociación está estudiando ya solicitar para el cementerio de Ciudad Real donde están enterrados 1220 víctimas de la dictadura sin identificar todavía, según Mapas de Memoria.
Según recoge el artículo 49 de la mencionada ley, son lugares de memoria democrática aquellos espacios, inmuebles, paraje o patrimonio cultural inmaterial o intangible en el que se han desarrollado hechos de singular relevancia por su significación histórica, simbólica o por su repercusión en la memoria colectiva, vinculados a la memoria democrática, la lucha de la ciudadanía española por sus derechos y libertades, la memora de las mujeres, así como con la represión y violencia sobre la población como consecuencia de la resistencia al golpe de Estado de julio de 1936, la Guerra, la Dictadura, el exilio y la lucha por la recuperación y profundización de los valores democráticos.
El artículo 50, por último, es el encargado de determinar el procedimiento para la declaración. Según éste, se podrá incoar de oficio, por la dirección general competente en materia de memoria democrática, o a instancia de entidades que promueven y difundan la memoria democrática. En este caso, la solicitud incluirá la identificación del bien y los valores materiales e históricos que justifican su declaración, así como su delimitación cartográfica en el caso de patrimonio material.