Una racha de viento de 75 kilómetros por hora que se registró en Ciudad Real a las 18.20 horas del martes, en plena tormenta, es la responsable de la caída de ramas y árboles ornamentales en los diez minutos que duró.
El vendaval provocó quince incidencias, una cantidad muy pequeña según la concejala de Medio Ambiente Mariana Boadella, si tenemos en cuenta que hay unos 30.000 árboles en la ciudad. “El patrimonio forestal está bien conservado, la proporción de árboles afectados es bajísima”, asegura.
Este miércoles ha tocado inspecciones de los técnicos y balance de daños en las zonas verdes que según la concejalía han sido mínimos.
El árbol partido por un rayo
Tampoco tiene un gran valor ambiental el árbol al que partió literalmente un rayo en los Jardines del Prado en plena tormenta. “De la especie alianto, muy invasiva”, explica, el ejemplar era de los más viejos del parque. “Por suerte la gente se refugió y no ha habido que lamentar daños personales”, dice Boadella.
“Los servicios municipales estuvieron actuando toda la tarde para retirar las ramas que impedían la circulación u otras molestias, y esta mañana tanto nuestro personal como responsable de la empresa que gestiona las zonas verdes fuera de rondas han hecho una revisión visual del arbolado para en caso necesario tomar alguna medida adicional”, aclara.
Casi once litros de lluvia
Las tres tormentas –solo una fue importante- que se desataron ayer en Ciudad Real han dejado casi once litros de lluvia por metro cuadrado, más que la media del mes de julio de los últimos treinta años, de seis litros, según el observatorio de la Aemet en Ciudad Real.
La cantidad no es más que una anécdota en un año hidrológico que se cerrará en septiembre con un pobre balance final. De momento en Ciudad Real capital ha llovido en torno al 30% de lo normal a estas alturas del año.