Una tormenta de pedrisco que apenas ha durado seis minutos ha sometido a Ciudad Real capital a un auténtico bombardeo de pedrisco de entre 4 y 7 centímetros de grosor, que en un balance preliminar ha destrozado vehículos aparcados y ventanas de inmuebles.
La tormenta, una de las del día en el que toda la provincia está en aviso naranja por estos fenómenos, se ha desatado entre 18.06 y las 18.15 horas de esta tarde.
Entre los destrozos más significativos está el de la cúpula de cristal del hotel Cumbria, completamente agujereada, lo que ha provocado inundaciones y goteras en el interior.
LUNAS DE COCHE REVENTADAS Y MULTITUD DE DAÑOS EN CIUDAD REAL pic.twitter.com/X9IJhp0LuW
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Por toda la ciudad hay vehículos con las lunas rotas o abollados, y bomberos y Policía Local no dan abasto para acudir a evitar atascos en los imbornales. Parece que no hay ningún daño personal.
Colas en las tiendas especializadas en lunas
Algunos coches han perdido por completo las lunas y por las redes sociales ha empezado a circular una significativa fotografía de gente haciendo cola en un célebre establecimiento especializado en arreglo de lunas de coche, la prioridad en los próximos días en los que muchos pensaban salir de vacaciones.
Tormentas desde primera hora
Las tormentas que han mantenido todo el martes a Ciudad Real y Castilla-la Mancha en aviso naranja (riesgo importante) por lluvia, viento y granizo, comenzaron a descargar con timidez desde primera hora de la mañana. Entre las cuatro y las cinco también cayó un chaparrón, a medida que la DANA (Depresión Aislada en Altura) iba barriendo la península.
Una nube negrísima
La granizada a lo bestia ha venido precedida de una nube negrísima, de las que dan miedo en cualquier película de terror, que se ha ido formando encima de Ciudad Real capital a las seis de la tarde. La descarga ha empezado con un estruendo (caída de un rayo) e inmediatamente se ha desatado el diluvio en forma de pelotas de granizo. No han sido más que seis minutos, los suficientes para sembrar el pánico por si algún incauto circulaba a esa hora por la ciudad, a pie o conduciendo. Después ha sido el momento de pensar en los vehículos propios y ajenos, y los destrozos.
En total las tormentas dejan 10,6 litros por metro cuadrado de precipitación acumulada hasta las 20.00 horas. No está nada mal para un 11 de agosto.