El nuevo alcalde de Almagro, el socialista Francisco Ureña, vara de mando en mano tras la moción de censura que ha desalojado al PP de la alcaldía de esa localidad este lunes, ha cerrado con una intervención conciliadora y la promesa de “intentar acuerdos con todos”, ha dicho, un pleno muy bronco en las intervenciones, aunque correcto en las formas, con momentos de tragedia shakespeariana, acorde con la tradición teatral de la localidad.
Si el PSOE, “el partido más votado y con más concejales en las elecciones municipales de 2023”, ha insistido el nuevo alcalde Ureña, recupera la alcaldía que perdió con la mayoría absoluta en las elecciones del 28-M, no es por discrepancias ideológicas. Por lo que se ha visto en el pleno extraordinario de la moción está claro que lo personal, las malísimas relaciones entre el exalcalde del PP Francisco Javier Núñez y el que hasta primeros de abril fue su teniente de alcalde Genaro Galán, ha hecho posible este giro de guion en el gobierno de la principal localidad turística de Ciudad Real.

Núñez (PP) y la «traición»
Núñez (PP), que en 2023 con 31 años se convirtió en el alcalde más joven en la historia de Almagro, ha defendido su gestión, sus proyectos y el supuesto empuje de “un equipo joven y con ganas, formado en su mayoría por mujeres”, ha remarcado, de seguir gobernando, con uñas y dientes, arremetiendo contra las figuras de Francisco Ureña (71 años) y Genaro Galán (69), por su edad y sus respectivas trayectorias en política, “dos personas que están de vuelta de todo, que no se han entendido en treinta años”, ha remarcado, y que duda que se vayan a entender ahora.
Con ese punto de partida, Núñez ha leído un extenso discurso de oposición a la moción de censura, tachándola, como ya hizo el domingo en una manifestación de simpatizantes, como “la mayor traición de la historia democrática de Almagro”.
A partir de ahí ha empezado a enumerar las supuestas deslealtades del que fue hasta hace poco más de un mes su teniente de alcalde, Genaro Galán; sus presuntas meteduras de pata en el gobierno y desencuentros, para interpelarle directamente y recordarle que había denunciado por enchufismo a concejales del PSOE con los que ahora va a formar gobierno, por no hablar de su mala relación de cuarenta años con Francisco Ureña.
El exalcalde ha responsabilizado a Galán de desestabilizar Almagro e incluso después de toda la diatriba le ha vuelto a insistir en que reconsiderara su voto de “sí” a la moción de censura, que Galán ha apoyado aunque no formará parte del gobierno de los socialistas, como ha remarcado Ureña, que en unos días dará a conocer sus planes de gobierno.

Galán: «Nunca se había fiado el Ayuntamiento a un grupo tan pueril»
Galán no entrado en tanto detalle, en otra dura intervención se ha limitado a remarcar que si es la primera vez que se llega a una moción de censura, “es porque no se había dado la circunstancia de fiar el Ayuntamiento de Almagro a un grupo de personas de comportamiento pueril, que piensan en su interés partidista y no en el interés general”.

«No quisieron turnarse por los cuatro años de sueldo»
En el pleno para votar la moción, que ha salido adelante por siete votos (PSOE más el concejal de Por Almagro), frente los seis noes de PP y la concejala no adscrita Conchi Ledesma -ex de Por Almagro, lo dejó a finales de marzo-, también ha salido a colación que el PSOE ofreció al PP turnarse la alcaldía dos años para excluir a los independientes de la ecuación del gobierno, por la que ahora ha habido un giro. Galán interpreta esa decisión “no por los intereses de Almagro, sino porque con nuestro acuerdo se aseguraban cuatro años de sueldo, y no dos”, les ha dicho.
Ureña, menos duro, se ha tomado como una ataque a su edad las alusiones a que está de vuelta de todo, y le ha recordado al alcalde, de 33 años ahora, que él tiene 71, “y ojalá usted llegue a esa edad”.
El nuevo alcalde también ha defendido su compromiso con Almagro cuando podía estar jubilado dedicándose a sus nietos, y que con 25 años formó parte de la primera Corporación municipal de la democracia en 1979, “con 29 fui delegado de Educación y con 33 años presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real”.

Ledesma alude a “traicionar la palabra dada”
Conchi Ledesma, la concejal no adscrita y exnúmero dos de la Agrupación de Electores por Almagro, que salió del grupo a finales de marzo, cuando las relaciones entre Galán y el equipo de gobierno del PP se hicieron insostenibles, ha explicado que no puede apoyar la moción porque supone “traicionar la palabra dada”, y ha insistido en que “no se puede pasar de la desconfianza al abrazo”, en alusión a las malas relaciones de Galán con el PSOE tanto en su etapa como concejal del PP (2007-2015), como con Ciudadanos hasta 2023 y ahora con Por Almagro.
