San Blas, uno de los santos ‘viejos’ más queridos en la capital ciudarrealeña, ha vuelto a salir a la calle este jueves, 3 de febrero, coincidiendo con el día de su celebración. Ha sido en la procesión recuperada tras un año de ausencia por la pandemia (en 2020 se celebró antes de la llegada del confinamiento y en 2021 no por las restricciones), y ha estado protagonizada por numerosos niños y jóvenes de la ciudad, que han querido acompañar al patrón del colectivo de los otorrinos en el recorrido que ha realizado en los alrededores de San Pedro, el templo que guarda su imagen.
La procesión ha estado presidida por Pablo Martín Del Burgo, uno de los párrocos de esta parroquia, quien ha destacado “la alegría y gozo” de los fieles desde que el miércoles bajaran la imagen del santo desde la capilla de San Juan Bautista, donde San Blas está ubicado en el retablo junto a la querida imagen de Jesús Nazareno.
La salida de San Blas es conocida en la tradición de los últimos años en la capital como la procesión de “los niños” y por ello son los jóvenes quienes portan las andas que llevan al santo. “Tuvo hermandad, desapareció, pero sigue procesionando, antes sacado por los niños de Catequesis y ahora lo sacan los Scouts de San Pedro”, ha recordado el sacerdote, que también ha lucido la pañoleta amarilla del grupo de jóvenes cristianos.

Martín del Burgo ha celebrado la participación de “padres y abuelos, que vienen con sus hijos y nietos para pedir la San Blas que los cuide y los proteja”, ha dicho minutos antes de iniciarse el recorrido en una tarde muy agradable, casi primaveral.
San Blas iba sobre un exorno de liliums rojos y margaritas, y la imagen que lo representa “lleva la corona de santo, y la mitra, el báculo y el anillo de obispo, además de la palma con el lazo rojo del martirio y la pañoleta scouts”, ha detallado el cura.
El párroco ha recordado la hagiografía de San Blas, que nació en Sebaste, ciudad de Armenia, donde llegó a ser obispo. Fue martirizado en el primer tercio del siglo cuarto, sobre el año 315, dentro de las últimas persecuciones a los cristianos.

La tradición católica recoge que como médico salvó la vida de un hijo de un legionario romano que se dañó la garganta al tragarse la espina de un pescado y, por ello, “es el patrón de la garganta y de los otorrinos”.
La procesión ha discurrido por el itinerario habitual, desde la salida del templo hacia la calle Ramón y Cajal, pasando por las plazas del Pilar y de Cervantes, Ayuntamiento y después hacia la Plaza Mayor para seguir por Carlos Vázquez y un tramo de Paloma antes de llegar a la ‘casa’ del santo.

En la salida han participado varios cientos de personas, la mayoría familias con niños y jóvenes, algunas portando velas para alumbrar, y han seguido al santo con devoción desde San Pedro, este año con «la novedad» de las mascarillas y el cumplimiento de la distancia social, al estar todavía en un escenario de pandemia.