Vecinos de Guadalmez se quejan de que una montaña de piedras procedentes de la vía del ferrocarril entre Madrid y Badajoz ha tapado parte del campo de fútbol. Son piedras de balasto, un material muy utilizado para soportar los raíles y las vibraciones del tren.
El traslado de piedras al campo de fútbol comenzó en verano con la renovación de las vías del ferrocarril. Vecinos de Guadalmez fueron testigos de la retirada de la piedra vieja por la noche, para evitar cortes de vía por el día, y de su traslado al pueblo en camiones.
El material está a 100 metros del río
La montaña supera en altura la tapia circundante del campo de fútbol, de tierra y que estaba en estado de semiabandono. Apenas lo utilizaban aficionados de este pueblo de 700 habitantes para jugar alguna pachanga, ya que no existe equipo oficial.
La preocupación de los vecinos va más allá de la pérdida del recurso deportivo. “El material está a 100 metros del río Guadalmez y puede ser contaminante”, señalan en declaraciones a Lanza.

