Resignados pero con una gran responsabilidad los fumadores facilitaron ayer que el primer día de entrada en vigor de la nueva Ley Antitabaco se desarrollara con total normalidad en los bares y restaurantes de Ciudad Real.
En los establecimientos hosteleros de la capital la nueva ley se convirtió ayer en el principal tema de debate. Mientras clientes y hosteleros lanzaban comentarios sobre los beneficios y perjuicios de la norma, los fumadores, con su caña o vino en la mano, fumaban con total normalidad sus cigarrillos en la entrada de bares y restaurantes. Afortunadamente, como decían algunos, esta entrada en vigor coincidió con una jornada con temperaturas agradables.
Un día atípico
Varios hosteleros de la Plaza Mayor no se atrevieron a realizar una comparativa económica de esta primera jornada, al tratarse de un día realmente atípico, “un domingo después de Nochevieja y Año Nuevo”. Sin embargo, como la mayoría de los domingos del año, los bares céntricos de la capital tuvieron mucho movimiento.
Con la ley ya en vigor, los hosteleros se muestran cautelosos a la hora de opinar si las ventas descenderán. “Lógicamente esperamos que no, pero por lo que oímos, hay gente que tiene decidido no tomarse un café o una caña si no pueden fumar, aunque será el tiempo el que traerá la respuesta”.
En este sentido, varios hosteleros de establecimientos céntricos de la capital añaden que “será entre semana, en los días laborales, cuando se pueda apreciar más claramente si baja el número de clientes”.
En general, los propietarios tienen la sensación de que las ventas se resentirán, por su parte algunos empleados de bares agradecen aliviados la ley, “por lo incómodo que es trabajar a diario rodeado de humo”.
Preguntados sobre si podrían surgir problemas con alguna persona que quisiera fumar dentro del establecimiento, los hosteleros consideran que no habrá ninguno. “Les guste o no a los clientes saben que es la ley y no creo que nadie intente fumar dentro”.
Reacciones de fumadores
Por otro lado, varias personas fumadoras consultadas por este diario relataron cómo ha sido su primera experiencia con la nueva ley. En la mayoría de los casos la tónica ha sido la misma. Casi por inercia han salido a la puerta del bar y para fumarse un cigarrillo. “Ni he preguntado ni nada, sabemos desde hace tiempo que desde el día 2 no se puede fumar dentro de los bares y directamente he salido; me lo fumaré y ahora vuelvo adentro”.
Otro, tras bromear en el bar sobre si podía fumar, ha salido a la puerta, y otro, más resignado, contestaba en la calle con su cigarrillo en la mano: “y qué vamos a hacer”.