La sección segunda de la Audiencia Provincial ha condenado a diez años de cárcel a M.R.R.R., una mujer de 36 años de Puertollano, que captó a una amiga de su hija de 15 –le faltaban unos días para cumplir 16- para que ejerciera con ella la prostitución.
Para vencer los reparos de la adolescente, que sabía a lo que se dedicaba la madre de su amiga y le pidió trabajo, le recomendó que se drogara y le facilitó cocaína y marihuana.
Corrupción de menores y favorecer las drogas
Es lo que considera probado el tribunal, que ha condenado a la acusada a cuatro años de cárcel por un delito de corrupción de menores y a seis más por “favorecimiento ilegal de drogas tóxicas a menores de edad”. También deberá indemnizar a la menor con 10.000 euros.
El ‘putero’, absuelto
R.R.R., el hombre con que la quinceañera participó en varios tríos sexuales con la acusada (lo que las asociaciones de mujeres consideran un “putero”), y que fue juzgado por abusar de la adolescente, ha sido absuelto porque no se ha demostrado que conociera que era menor de 18 años.
La muchacha le pidió trabajo a la adulta
El tribunal considera probado que la menor, que sabía que M.R.R.R. ejercía la prostitución en su casa, le pidió trabajo y ella, a sabiendas de su edad, accedió. En diciembre de 2016 utilizó una fotografía de la muchacha para ofertarla en varias páginas de internet como participante en “fiestas blancas” (tríos en los que se consume cocaína) y otros juegos sexuales, por cien euros la hora.
A ese reclamo (la acusada daba su número de teléfono) acudió el hombre absuelto R.R.R., que mantuvo relaciones sexuales con la menor mientras la mujer adulta dirigía lo que debía hacer la chica. Según la sentencia eso pasó el 2 de enero de 2017 y entre el 4 y el 5 de ese mismo mes, mediante un precio concertado con la principal acusada, que luego repartía con la menor.
La Policía Nacional registró la casa de la acusada
A los pocos días, el 10 de enero, la brigada local de policía judicial de la Policía Nacional en Puertollano, conocedora de lo que estaba pasando (lo denunció la madre), entró en la casa de la mujer y la detuvo.
M.R.R.R.., de nacionalidad española como el cliente, estuvo varios meses en prisión preventiva por esto. Salió en liberta provisional en marzo de 2017 y ahora tiene una orden de alejamiento de la menor. El juicio se celebró en julio.