La sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a trece años de cárcel a C.A.J.S., un hombre de 30 años de origen colombiano, por la la brutal violación de una mujer de 28 años en Valdepeñas en setiembre de 2017.
La sala considera probado que el acusado agredió sexualmente a la chica, a la había conocido unas horas antes, y le provocó graves desgarros anales y vaginales, que precisaron tratamiento quirúrgico. También que hubo trato degradante y vejatorio, como defendía la fiscalía.
“Un daño profundo” a la víctima
A día de hoy (ocurrió en septiembre de 2017) la perjudicada sufre un severo trastorno de estrés postraumático por lo que la sala impone una indemnización de 131.975 euros. “Estamos ante un daño profundo que ha alterado de forma muy significativa la vida de esta mujer, y ello exige que se conceda una alta indemnización ya que esta es la única forma legal de intentar paliar ese daño, y es por ello, como antes se ha dicho, que se estima la petición de la acusación particular”, dice textualmente la sentencia.
El tribunal, que juzgó el caso a primeros de diciembre, considera que esta situación traumática, “le ha producido toda una serie de consecuencias a nivel cognitivo (como síntomas ansiosos, animo depresivos, baja autoestima y sentimientos de culpabilidad), psicosomático (problemas digestivos, temblores…) y social (desconfianza, conductas de aislamiento y evitación).
Se conocieron en un salón de juegos
C.A.J.S., dos amigos suyos y la joven que lo denuncia se conocieron el 11 de septiembre de 2017 en un salón de juegos, entablaron amistad y se fueron los cuatro a casa del acusado. Estuvieron unas horas consumiendo drogas y alcohol, después se marcharon los otros y la mujer, de 26 años entonces, se quedó.
Se considera probado que cuando se quedó a solas con la joven intentó tener relaciones sexuales con ella el sofá, pero ella se opuso. Que estuviera afectada por el consumo de alcohol y drogas no significa que no supiera que no quería tener sexo con el acusado, y menos ser sometida a las prácticas sexuales que le produjeron las lesiones.
En ese estado el acusado la llevó a la habitación, pese a la oposición de ella, y allí la violó bucal, anal y vaginalmente en repetidas ocasiones, lo que produjo los desgarros y muchísimo dolor.
“Estaba avergonzadísima”
La chica en un primer momento ni siquiera quiso denunciar, “estaba avergonzadísima”, relató la fiscal en el juicio, que se celebró a puerta cerrada. Fue su madre la que la llevó al hospital a las cuatro de la madrugada, cuando llegó a su casa, y una vez allí se activó el protocolo de agresiones sexuales.
C.A.J.S., en situación irregular en España, está en prisión preventiva desde mediados de setiembre de 2017 por esto. No se ha demostrado que el procesado utilizara algún juguete sexual para agredir a la mujer, como sospechó la acusación particular