Un año, seis meses y un día. Esa es la condena impuesta por la sección segunda de la Audiencia Provincial a un joven de Valdepeñas detenido al final de una fiesta electrónica en 2015. La policía, que lo siguió toda la noche, lo pilló intentando tirar por el retrete del baño del pub Búnker 25 gramos de la droga de diseño MDMA, ‘éxtasis’. Él dijo que era para su consumo pero el tribunal considera probado que no.
En este caso el tribunal aplica la atenuante de drogadicción, en la modalidad del subtipo atenuado por la menor entidad de la cantidad de droga intervenida (la fiscalía pidió dos años de cárcel).
«Pensé que me multarían»
El acusado, que declaró en el juicio que en su vida había vendido droga y siente “vergüenza” por haberse visto envuelto en esto, aseguró que la sustancia que le pilló la policía era para consumo propio y que cuando lo abordaron los agentes, sobre las siete de la mañana del 19 de abril de 2015, intentó tirarla porque se puso nervioso, “pensé que me multarían”.
Contactaba con jóvenes en la pista de baile
La sección segunda de la Audiencia Provincial considera probado que dos agentes de la Policía Nacional, en un servicio de vigilancia especial por la celebración de la fiesta, se dieron cuenta de que el investigado “que no parecía estar disfrutando de la fiesta, sino más bien en actitud vigilante”, contactó durante toda la madrugada con personas en la pista de baile que se iban con él al baño y salían al poco tiempo.
Uno de los guardias se metió en el aseo y vio al joven entregar algo de forma discreta a otro y recibir algo a cambio (supuestamente un billete arrugado). Sobre las siete de la mañana agentes uniformados entraron en el local y vieron al acusado correr al baño e intentar tirar 25 gramos de MDMA, de un 47% de pureza, “que portaba con la finalidad de dedicarla a su venta a terceras personas”, dice textualmente el fallo judicial.
La droga intervenida vale 10,96 euros
La policía también le intervino al acusado 60 euros distribuidos en un billete de 50 euros y otro de 10 euros. La sustancia intervenida habría tenido en el mercado ilícito un valor de 10,96 euros. El acusado ha venido consumiendo de manera reiterada MDMA y cocaína, al menos, en los cuatro o cinco meses previos al día de su detención.