Noemí Velasco
Manzanares
La Consejería de Sanidad informó ayer en un comunicado que la fuente ornamental de la estación de autobuses de Manzanares “en principio” pudo ser el foco que provocó el brote de legionela que ya ha afectado a 228 personas. Así pues, comunicó que “el informe de los resultados iniciales del Laboratorio de Secuenciación Genética de la Unidad Mixta de Infección y Salud Pública de la Universidad de Valencia confirma la positividad de la fuente ornamental de la estación de autobuses de Manzanares”, en la que se identificaron “al menos dos cepas de legionela” que podrían estar relacionadas directamente con las cepas aisladas en pacientes.
La fuente en cuestión está situada en un pequeño parque con árboles, rosales y setos, con un gran número de bancos que los vecinos utilizan para el esparcimiento y que sirven de lugar de descanso para los viajeros de la estación; además es totalmente accesible, ya que únicamente está formada por surtidores que surgen del embaldosado del suelo. La zona, que es residencial con muchos bloques de pisos y viviendas unifamiliares cercanas, cuenta con una gran afluencia de personas por la localización de la estación de autobuses y la cercanía también de la estación de ferrocarril.
Aunque la confirmación definitiva llegará en los próximos días a la espera de las “pruebas complementarias” que se llevan a cabo en el mismo laboratorio, lo cierto es que el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, señaló el lunes que la “hipótesis” principal era que hubiese sido esta fuente ornamental, ya que los primeros análisis mostraron una “colonización elevada” de la bacteria en esta instalación y además porque ha habido una “zona caliente” de casos de legionelosis en esta parte de la localidad. Fernández también explicó que el germen “se puede desarrollar en aguas estancadas y superficiales de fuentes ornamentales en cualquier momento por motivos varios”, aunque apuntó que la temperatura en estos casos suele tener un papel importante y este invierno asistimos a unas variaciones del termómetro a la alza poco habituales.
La Consejería de Sanidad también advirtió que la torre de refrigeración de la empresa privada del polígono industrial, que fue uno de los focos que dieron positivo en el primer análisis, “está contaminada con legionela”; aunque, añadió que, “hasta el momento no se relaciona con las cepas de los enfermos con las que se ha comparado”. De esta forma, los datos confirman los resultados microbiológicos obtenidos por el Laboratorio de Salud Pública de Talavera de la Reina y, además, coinciden con los análisis epidemiológicos realizados por la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad.
Salud Pública reiteró que desde el pasado día 14 de diciembre, y una vez extraídas muestras de 140 puntos susceptibles de transmitir legionela, “permanecen cerradas estas instalaciones y todas aquellas en las que se identificó un riesgo potencial”. Asimismo, afirmó que “ninguna de estas instalaciones se abrirá hasta que no haya una evidencia contrastada con el máximo rigor de que ninguna de ellas supone el más mínimo riesgo para la población”. Así pues, por este motivo los análisis van a ser continuos.
En otro orden, la Dirección General de Salud Pública confirmó que ayer el número de casos por legionelosis ascendían hasta 228, cuatro más que el día anterior; pero los datos facilitados por el Servicio de Epidemología de la Consejería indicaron que no había aparecido “ningún caso de afectado con fecha de inicio de síntomas posterior al 25 de diciembre”, por lo que cabe prever que el periodo de incubación de la enfermedad ya ha terminado y que todos los casos nuevos son de sintomatología tardía. La dirección general también señaló que permanecían ingresados al mediodía 23 personas y cuatro de ellas en Unidades de Cuidados Intensivos de la provincia, tres de ellos en la UCI del Hospital General Universitario de Ciudad Real y uno en la del Hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan.