Con el objetivo permanente de defender a la mediana y pequeña empresa del sector, la Asociación provincial de Empresarios de Construcción (APEC) sigue velando por conseguir un marco normativo y social que favorezca la actividad en Ciudad Real, que afortunadamente mantiene un crecimiento sostenido, sobre todo del mercado inmobiliario residencial. Así lo dice Manuel Carmona, el presidente de la entidad, que será reelegido, que incide en la necesidad de recuperar las ayudas públicas para que los jóvenes puedan acceder la compra de viviendas. También resalta el aumento de la obra pública la “ser año electoral” y espera que se mantenga después del verano. La evolución del empleo también es positiva, con un aumento de más del 15% en 2018, y cada vez más lejos de los mínimos de 2012. La lucha contra la siniestralidad del sector, en la que pide a la Administración un esfuerzo a la inspección para que vaya contra la competencia desleal y la economía sumergida, la formación de los trabajadores y ahora la adaptación al control horario son algunas de la tareas en la que andan inmersa la asociación.
PREGUNTA.- ¿Cómo se está desarrollando el control horario en las empresas del sector de la provincia? ¿Los empresarios han implantado herramientas o ya tenían mecanismos para los fichajes de sus empleados?
Como en el resto de sectores, la puesta en marcha se está viviendo con muchas dudas e incertidumbre, porque además nuestro sector es uno de los afectados por algunas peculiaridades que hacen que ese registro de jornada pueda resultar más complicado que, por ejemplo, en una oficina o fábrica con horario fijo de entrada y salida de un solo centro de trabajo.
Nuestras empresas tienen varios centros de trabajo, uno por cada obra, trabajadores móviles o que se desplazan al trabajo sin pasar por las oficinas centrales y otras singularidades que estamos tratando de resolver a través de criterios técnicos, de preguntas a la Inspección o con la organización de jornadas informativas.
Luego ya depende del tamaño de la empresa y de su propio criterio organizativo el sistema de registro a implantar, pues forman parte de APEC desde importantes empresas de obra civil, hasta autónomos o pymes dedicadas a las reformas, con las diferencias que ello conlleva. Normalmente todas las empresas tenían su control horario, que se veía reforzado con el calendario laboral del sector, que a principios de año firmamos empresarios y sindicatos, y que computa la jornada anual, las horas de jornada de cada día y los festivos específicos.
P.- ¿Y cómo presidente qué opina de la normativa, que persigue acabar con las horas extras sin cobrar o el derecho a la desconexión digital?
R.- Desde nuestra perspectiva, y aquí coincidimos todas las organizaciones empresariales, la forma de poner en marcha esta normativa ha sido precipitada y poco rigurosa. Una norma de este calado no se puede poner en marcha en dos meses, sin instrucciones previas, sin distinguir sectores ni tamaños de empresa, obviando a la negociación colectiva y sin más guía que las cinco páginas que editó el Ministerio de Trabajo.
Porque las peculiaridades de la hostelería, del campo o del comercio no son las mismas que las de la construcción, por poner un ejemplo. Porque una gran empresa no tiene los mismos medios que una pyme. Y sobre todo, porque posiblemente dándonos tiempo, en cada mesa de negociación colectiva sectorial podíamos haber alcanzado acuerdos entre aquellos que mejor conocen cada sector. Dicho esto, el cumplimiento de la ley debe ser para todos igual, porque también el incumplimiento genera competencia desleal. Además, otro aspecto que nos ha disgustado es la generalización que desde algunos sectores se ha hecho a nivel empresarial, como si la mayoría de las empresas incumplieran. Eso no es verdad y las generalizaciones nunca son buenas, y si alguien cree que se incumple, tiene los medios para denunciarlo desde antes que apareciera esta norma.
P.- Por cierto, se va a poner en marcha este año la jornada intensiva en verano?
R.- Empresarios y sindicatos firmamos en construcción un calendario laboral, que no deja de ser orientativo y no obligatorio, pues la regulación de la jornada, con arreglo a lo que marca la ley, corresponde a la potestad organizativa de la empresa. Dicho esto, desde hace varios años hemos empezado a dar pasos, dentro de la comisión paritaria del convenio, en orientar la jornada en situaciones de estrés térmico por calor, con clausulas en el propio convenio que favorecieran la adaptación de la jornada en función de evitar las horas de más calor. Pero como digo, el calendario marcado no deja de ser orientativo, por lo que hemos preferido ir paso a paso para que vaya trascendiendo esta idea y, durante este mes de junio, nos volveremos a reunir empresarios y sindicatos en el seno de la comisión negociadora para abordar este tema. Pero que nadie dude que es un tema que nos preocupa y en el que no sólo estamos incidiendo desde la perspectiva de la jornada, sino también con formación en seguridad y salud y recomendaciones a las empresas ante el estrés térmico.
P.- ¿Qué balance hace de los primeros seis meses del sector en la provincia como actividad productiva? ¿Siguen las mejorías aunque sea despacio y de manera sostenida?
R.- El año ha comenzado razonablemente bien, sobre todo en el subsector de la obra pública, pues al ser un año electoral, además por “triplicado”, la licitación ha aumentado. Por tanto, la generación de esta actividad de las empresas contratistas siempre genera un efecto en cadena en trabajo y empleo para empresas subcontratistas y de menor tamaño. Bien es cierto que tras las elecciones esta licitación se para en seco hasta la formación de los equipos de gobierno, por lo que esperamos que para después de verano se continúe la tendencia. En el otro gran subsector, el de edificación y vivienda, también se van dando pasos, sobre todo en la medida en que se recupera empleo y se ponen en marcha ayudas públicas, en este caso a la rehabilitación o al alquiler, que hacen que se produzca una pequeña reactivación en el mercado inmobiliario.
No obstante, seguimos lejos de una actividad boyante en el sector, quizá porque tardará años en recuperarse la pérdida de confianza y de tejido empresarial y laboral. Pero con todo ello, la construcción da empleo en la provincia a 14.000 personas según la última EPA. Es un dato que no me canso de repetir porque da idea de hasta qué punto, si lo comparamos con el resto de sectores, la construcción sigue siendo un sector fundamental en la provincia.
P.- ¿Siguen siendo Madrid, Barcelona y los puntos costeros la cabeza tractores en el sector de la vivienda, frente a provincias interiores como Ciudad Real?
R.- Esta es una tendencia que va a tardar en cambiar, porque la diferencia de actividad en estas zonas con respecto a las provincias interiores de menor tamaño sigue siendo abismal. No sólo en actividad o en inicio de promociones, sino también en ventas o en precio. Estamos hablando de que Madrid o Barcelona manejan parámetros en vivienda de la época del boom inmobiliario, mientras que provincias como Ciudad Real siguen tratando de recuperar algo de aire y mantener una actividad que pueda ser constante y no sujeta a vaivenes.
En este sentido, creemos imprescindible que en los próximos años se recuperen las ayudas a la adquisición de vivienda y algunas bonificaciones, sobre todo para jóvenes, pues esta demanda latente existe, con los precios actuales pueden abonar una cuota razonable de hipoteca, pero sigue faltando ese ahorro previo que antes se cubría con la ayuda estatal directa a la entrada y que desapareció. Es importante mantener las ayudas al alquiler y crear ese parque de viviendas en alquiler, pero ello no puede significar la total eliminación de las ayudas a la compra, sobre todo, como digo, en ese acceso para jóvenes.
P.- En cuanto al empleo, los datos del INE reflejan creación de empleo, ¿es una tendencia a consolidarse?
R.- La cifra de ocupados del sector en Castilla La Mancha, según datos de la Encuesta de Población Activa, alcanzó los 67.600 en el 2018, lo que supuso un incremento interanual de un 15,2%, siendo la media nacional un 8,3%. Y los datos de 2019 siguen indicando este crecimiento sostenido y paulatino. Por ello, sin jugar a ser adivinos, lo más normal es en una provincia como Ciudad Real nos sigamos manteniendo en el entorno del 3% de crecimiento de empleo en el sector, sin dejar de tener en cuenta que cada cierto tiempo la tasa de empleo se estanca por la propia situación coyuntural de la construcción (menos licitaciones, situaciones climatológicas, etc…).
P.- ¿Cuáles son las principales reivindicaciones de los empresarios de la Construcción?
R.- Nuestras reivindicaciones son muchas y variadas, desde distintos ámbitos, y por ello es difícil resumirlas. Pero trabajamos siempre en la línea de defender a la mediana y pequeña empresa de construcción, que es la realidad de nuestro tejido asociativo y del tejido empresarial de la provincia. Pedimos inversión pública a las administraciones, siempre con criterios rigurosos de gasto, pero que es fundamental para generar actividad y empleo. Y que a su vez nuestras empresas participen en la ejecución de esas obras, por su experiencia y profesionalidad. Esto nos lleva también a estar vigilantes siempre con la aplicación de la Ley de Contratos del Sector Público, recurriendo aquellos pliegos o indicaciones que entendemos contrarios a la norma. Reivindicamos también una lucha contra la competencia desleal.
Por desgracia, y muchas veces lo decimos, las empresas de construcción son un foco, por los propios índices de siniestralidad del sector, de las inspecciones de trabajo. Y aquí reivindicamos que ese esfuerzo de inspección se haga también contra la competencia desleal y la economía sumergida, que es mucha en nuestro sector y que hace que las empresas cumplidoras no puedan competir en costes con aquellas empresas irregulares que no cumplen con la normativa en prevención o en seguridad social. También luchamos por mejorar la imagen del sector, que la sociedad conozca que las empresas de APEC son profesionales, que trabajan por toda España e incluso fuera, lo cual es una buena muestra de su profesionalidad.
Hay muchas más reivindicaciones, como la recuperación de ayudas en materia de vivienda o las que tienen que ver con las ordenanzas fiscales en IBI o ICIO. Es decir, trabajamos en muchos y diferentes frentes. Hay otra labor, muchas veces callada o poco conocida, que es la labor previa que se hace desde la Asociación en la normativa que afecta al sector: cada vez que aparece un borrador de normativa, lo estudiamos, presentamos alegaciones, comparecemos ante la administración…de forma que el texto final también recoja la voz de los empresarios. En otras muchas reivindicaciones, de carácter empresarial más general, como la fiscalidad de las empresas o la normativa laboral, vamos de la mano de la Federación de Empresarios de Ciudad Real (FECIR) como representante intersectorial de los empresarios de la provincia.
P.- La fundación Laboral de la Construcción formó en 2018 a cerca de 800 empleados ¿En 2019 seguirá con esta actividad? ¿En qué los forman?
R.- La Fundación Laboral de la Construcción es el órgano paritario que formamos empresarios y sindicatos y que nació para dedicarse a la formación en seguridad y salud de empresas y trabajadores del sector. A partir de su creación, de la que nos sentimos orgullosos y que es un ejemplo para otros sectores, ha ido asumiendo cada vez más competencias para dar una formación integral al sector, en oficios, en tecnologías o en nuevas formas de construcción, sin dejar nunca de lado su verdadera vocación, que es la formación en seguridad y salud.
De hecho, nadie puede trabajar en el sector de la construcción sin haber obtenido, a través de la Fundación, la formación mínima que su oficio o su puesto de trabajo requiera. Esto garantiza una profesionalización del sector y una garantía para las empresas. APEC, como patrono de la Fundación, organiza estos cursos por toda la provincia, atendiendo la demanda de las empresas asociadas así como formando a desempleados para incorporarlos al sector.
A todo ello unimos que somos uno de los cuatro puntos tramitadores (junto con sindicatos y la propia Fundación) de la Tarjeta Profesional de la Construcción, que acredita la formación y la experiencia del trabajador. A lo largo de los años este era el objetivo que se ha ido consiguiendo gracias a la implicación de todos los que formamos la Fundación Laboral: dar una formación integral a los trabajadores, que empieza con su formación en prevención de riesgos, se complementa con cursos de especialización y termina con su acreditación a través de la Tarjeta.
P.- ¿El Observatorio de la Construcción ha cumplido un año, cómo ha incidido en el sector?
R.- El Observatorio, que nace precisamente a través de la Fundación Laboral de la Construcción, no deja de ser un órgano consultivo donde acudir para recabar información y datos estadísticos del sector. Antes, la variedad de fuentes hacía que para tener una foto fija de los datos del sector tuvieras que recurrir a diferentes organismos, y ahora, desde la página del observatorio, y de un solo vistazo, se pueden obtener todos los parámetros sectoriales: empleo, visados, licitación…además desagregada por Comunidades Autónomas. Creo que es un instrumento útil para conocer la realidad de la construcción en toda España.