Si eres inmigrante o perteneces a una minoría étnica en riesgo de exclusión social y tienes algún problema vecinal o de integración, puede que la mediación sea una solución para ti. Claro que para eso debes vivir en Almagro, Bolaños, La Solana, Manzanares o Valdepeñas, cuyos servicios sociales acaban de implantar el programa Convive, promovido por la asociación Crea Mediación y financiado por el Gobierno regional.
Al ciudadano le sale gratis, tanto si resuelve su conflicto en una o varias sesiones, como si no, y el acuerdo al que se llegue tendrá tanta validez como una resolución judicial.
Sonia Gimeno, Carmen Daimiel y Cati León son las mediadoras que están detrás de este nuevo intento de impulsar la mediación en Castilla-La Mancha, la comunidad autónoma que más tarde se ha incorporado a esto (la Ley de Mediación regional es de 2015). Las dos últimas ejercen de abogadas y pertenecen a la primera promoción del curso Universidad de Castilla-La Mancha-Cámara de Comercio que preparó a los primeros mediadores de la provincia (2014-2015). La primera, Sonia Gimeno, es de la segunda promoción. Entusiastas de esta fórmula de resolución de conflictos, en la que actúan de arbitro imparcial para ayudar a escucharse a personas enfrentadas, sin recurrir a la denuncia, las avalan algunas de las primeras ‘coomediaciones’ (cuando intervienen dos mediadores en un conflicto) con éxito de la provincia.
7 meses de trabajo para empezar
Es lo que quieren hacer en Convive, el plan que tras llamar a muchas puertas y descartar algunos ayuntamientos -no había presupuesto- presentaron en marzo. El sí es de junio. En medio, la falta de presupuestos del Gobierno regional (se aprobaron a finales de agosto), por lo que les quedan cuatro meses efectivos de trabajo, de los siete que llevan. La intención es conseguir la renovación para el año que viene.
Aunque cualquier persona puede acudir a un mediador de forma privada -además de Crea Mediación y Media-T existen otras asociaciones-, lo cierto es que esto último no se da. De hecho estas mediadoras no viven de ejercer esta actividad y proyectos como este tienen un marcado carácter vocacional.
Una oportunidad para dar a conocer la mediación
“Nos planteamos Convive como una oportunidad que se nos brinda para dar a conocer la mediación porque creemos plenamente en ella y que se está haciendo una labor importante en apenas dos años”, afirma Cati León.
El miércoles hicieron público el proyecto en Valdepeñas y ya han mantenido contacto con los servicios sociales de los ayuntamientos en los que van a mediar. Pretendían ir un día a la semana a las localidades más grandes, pero al final lo harán a demanda. “En La Solana ya nos han informado de varios asuntos vecinales en los que podemos intervenir”.
El mecanismo es que los trabajadores sociales que están en contacto con la población a la que va dirigido informarán a las mediadoras del problema, les harán una derivacion, y el equipo abrirá una ficha, contactara con los vecinos implicados y celebrarán una primera sesión informativa, “y las que surjan”, aclaran.
Localidades con más inmigrantes
“Hemos elegido estos ayuntamientos porque hay una mayor concentración de población inmigrante y el origen del proyecto era trabajar para la integración y en los alquileres de renta baja. Por ejemplo, yo soy inquilino y tú propietario y no te puedo pagar. En vez de esperar a que llegue una orden de desahucio cabe la posibilidad de mediar para, o bien intentar bajar la renta, o compensar lo que no se puede hacer con dinero con trabajo, es decir: solucionar el conflicto sin judicialización, esa es la otra vertiente”, subraya Carmen Daimiel.
“Y las soluciones no tienen porqué ser parecidas a las de un procedimiento judicial, pero tendrán la misma validez que una sentencia o acta notarial”.
Cuando no cabe el pleito: mediación
Otro aspecto que destacan es que la mediación llega a situaciones que ni siquiera caben en un proceso judicial. “Por ejemplo, el perro de mi vecino ladra pero el nivel de ruido no llega al límite que marca la ley y no permite una denuncia civil, pero nos perjudica. Recurrir a un mediador es una buena opción de abordarlo”, comenta Sonia Gimeno. “Exacto, es que hay pueblos en los que no hay ni Policía Local y no sé ni donde acudir y situaciones que no caben en un proceso judicial”, tercia Daimiel. “El conflicto es innato al ser humano se trata de utilizar la mediación como algo racional. Cuando uno se sienta y lo habla con ayuda de los mediadores ya hemos avanzado”, agrega.
Miembros también de la asociación profesional Media-T forman parte del turno de mediación intrajudicial (para asuntos civiles) que creó la Audiencia Provincial en noviembre del año pasado. El primer intento desde la administración de justicia de dar al ciudadano opciones más rápidas y baratas para resolver sus problemas. Este servicio se atiende de lunes a viernes en una sala de la Audiencia. A él llegan derivaciones de asuntos posiblemente mediables (todos del ámbito civil). A los ‘mediables’ se les da una primera sesión informativa y si les convence la idea las mediciones se hacen ya de forma privada (una sesión privada no cuesta más de 40-50 euros).
Daimiel y León participan aparte en el servicio de mediación comunitaria del Ayuntamiento de Poblete (desde junio), la primera localidad de la provincia en ofrecer este servicio a todos sus vecinos, en este caso con un convenio directo con Media-T.
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