Belén Rodríguez
Ciudad Real
La nueva sintonía que marca las relaciones entre Diputación de Ciudad Real y Junta de Comunidades se plasmó este jueves en una visita del director general de Protección Ciudadana del Gobierno regional, Emilio Puig, a las instalaciones centrales del Servicio Contra Incendios y Salvamento (SCIS) en la capital, incluido el parque de bomberos, en pleno estreno del Centro de Coordinación Operativa dotado con tecnología GPS. .
“Desde el Gobierno regional creemos que es importante la colaboración entre administraciones para garantizar la seguridad de los ciudadanos”, subrayó Puig, responsable de la Escuela de Protección Ciudadana en la que quince de los 135 cursos previstos para este año serán de formación especializada para bomberos, con cursos muy variados relacionados con incendios industriales, riesgo eléctrico, rescate acuático o intervenciones apícolas. Julián Nieva, presidente de un servicio conocido como Emergencia Ciudad Real, hizo de anfitrión en un recorrido por las instalaciones con paradas en el nuevo centro de comunicaciones y el parque de bomberos: “Hemos hecho una inversión muy importante [150.000 euros] para garantizar un altísimo grado de operatividad en nuestro trabajo que es cubrir las emergencias”, dijo.
Las “guerras sindicales” impiden al SCIS cubrir unas 30 vacantes de bomberos
El presidente del Servicio Contra Incendios y Salvamento (SCIS), Julián Nieva, ha reconocido que este servicio, dependiente presupuestariamente de la Diputación provincial, tiene “un serio problema” para cubrir vacantes de bomberos que necesita contratar y no puede hacerlo “por cuestiones judiciales que vienen de guerras sindicales de hace mucho tiempo”, algo que calificó de “incongruencia” que el actual equipo directivo pretende corregir mediante la negociación.
“Por reivindicaciones legítimas entre unos y otros se ha bloqueado el acceso al empleo a personas que lo necesitan y a una empresa que además necesita a esas personas”, resumió Nieva preguntado por la posibilidad de que se puede ampliar la plantilla, formada por unos 270 trabajadores, incluidos bomberos y personal de oficinas y técnicos.
En cuanto al conflicto enquistado desde hace años relativo al despido de unos 25 bomberos, explicó “que esa cifra no es exacta”, y mantuvo que lo único que ha hecho desde que asumió la presidencia del SCIS hace unos meses, “es cumplir y ejecutar sentencias judiciales que nos obligaban a realizar una nueva bolsa de trabajo, porque algunas personas o no se habían presentado a ese proceso o no lo habían superado”.
Nieva entiende que son problemas lógicos “de una empresa tan grande” y aclaró que “aquí no se toman decisiones para acabar con el puesto de trabajo de nadie; apostamos por todo lo contrario: queremos que las personas tengan su puesto consolidado y mantener los niveles necesarios de comunicación con los trabajadores”.